ESPAÑA

El PP se define como partido de «centro» sin referencia a la «derecha» en su programa

Destacan, como novedades, crear un fondo de capitalización para cada trabajador y tipificar como delito el matrimonio forzoso

MADRID. Actualizado: Guardar
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El programa electoral del PP, que ayer se conoció en su integridad tras dos días de avances y presentaciones, materializa la idea de Mariano Rajoy de que el próximo gobierno debe huir de las ideologías para centrarse en el gran objetivo de gestionar la economía para remontar la crisis y crear empleo en el menor tiempo posible.

De hecho, en las 212 páginas que engloban las 407 propuestas con las que Rajoy quiere llegar a la Moncloa, no se hace ni una sola referencia al centro-derecha, espacio político en el que tradicionalmente se ha encuadrado el partido. «El PP, como todos los grandes partidos europeos de centro, cree que todo lo que la sociedad puede hacer por sí misma debe tener la oportunidad de hacerlo por sí misma», reza el texto de los populares.

El propio Rajoy, en la carta personal que sirve de introducción al programa, promete que reinstaurará la «moderación y el reformismo» en el eje de la vida política española si logra una mayoría suficiente en las urnas para plasmar su ideario, sin depender de los partidos nacionalistas. Su objetivo es gobernar «desde el centro y para todos» con una clara apuesta por «la verdad, la austeridad, la transparencia, la honradez y el diálogo».

Y todo ello pese a que la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, proclamaba en la campaña de las autonómicas que se celebraron el pasado mayo el «centro-derecha» como el espacio natural del PP. El partido de Rajoy defiende ahora estas premisas frente a un PSOE que «ha abandonado» en las dos últimas legislaturas la senda de las reformas y la austeridad en la vertiente económica y a la concordia «reabriendo temas que estaban resueltos», una velada alusión a normas como la ley de la memoria histórica, a la que los populares no se refieren en ningún apartado del programa.

Centrados en la economía y en el empleo, los postulados del PP huyen de cuestiones que puedan herir sensibilidades de esa «gran mayoría». Los redactores del programa, santificado por el Comité Ejecutivo del PP, solo hacen un par de concesiones a los más esencialistas de la formación. Dedica parte de uno de los capítulos al final de terrorismo donde dejan meridianamente claro que el Ejecutivo de Rajoy «no negociará con los terroristas ni por la presión de la violencia ni por el anuncio de su cese», al entender que si ETA no ha recibido «ningún precio por matar» tampoco deberá obtener rédito político alguno por dejar de hacerlo.

También certifica que reformará la ley del aborto para prohibir que las menores puedan interrumpir su embarazo sin el consentimiento paterno. El PP sustituirá a su vez la asignatura de Educación para la Ciudadanía por otra que resalte el valor de las instituciones de España y de la Unión Europea y, finalmente, defenderá la fiesta de los toros en todo el Estado, lo que hace presumir un futuro enfrentamiento con Cataluña tras la prohibición de estos festejos en esa comunidad a partir de 2012.

Novedades

El programa, por el contrario, pasa de soslayo en otras cuestiones que son bandera para la 'derecha' del PP, como el matrimonio homosexual o el contrato de integración para los emigrantes, que sí barajó en la campaña de las generales de 2008, pero que ahora evita. Y todo ello en pos de lograr esa «necesidad nacional», que es el cambio político. Un término que ya acuñó Aznar en 1996 y que inspira buena parte de la filosofía del programa de Rajoy. Ambos pidieron el apoyo de todos, «incluso los que no coinciden plenamente con las propuestas del PP».

Tras dos días de parto, el texto íntegro del programa se pudo ver por la mañana en la página web del PP. El bloque más sucinto de los seis de los que consta está dedicado a la creación de empleo. Ya se conocían las cien medidas más esenciales. De las que trascendieron este martes, destaca una veintena de novedades. Entre ellas está que el gobierno del PP creará un fondo de capitalización individual para cada trabajador al estilo del modelo austríaco. Mediante una cotización empresarial, el empleado irá acumulando lo que costaría su despido que se mantiene, si cambia de empresa, y que se reembolsará de manera íntegra si al final de su vida laboral nunca ha sido despedido. Rajoy no quiere matrimonios forzados en España. Por ello tipificará esta práctica como delito. Defenderá una legislación para los menores inmigrantes para protegerlos y que puedan retornar a su país «en cuanto sea posible».

El PP luchará contra la corrupción en las administraciones públicas incrementando las penas para los corruptos y protegiendo a los funcionarios públicos que denuncien tales prácticas.