Economia

NI UNA SEMANA

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Lo que faltaba. Una semana después del acuerdo alcanzado in extremis en la Cumbre europea, el Gobierno griego se pone exquisito y propone la celebración de un referéndum, para comprobar si sus ciudadanos están o no de acuerdo con las contrapartidas exigidas por los países europeos a cambio de acudir en su auxilio. Los políticos griegos podían haber realizado en su día un referéndum para conocer si sus ciudadanos aprobaban los despilfarros, desmanes y corruptelas que les han llevado al borde de una quiebra inevitable para sus solas fuerzas. Pero no, para eso se sentían legitimados.

Además, el referéndum no es ni necesario, ni conveniente. Todas las encuestas realizadas demuestran que al menos un 60% de los griegos desaprueban las medidas impuestas. Claro que también un 70% desea seguir dentro de la disciplina del euro y no se pueden tener ambas cosas. Hay que elegir. Es como si se pregunta a los afectados por una gangrena si desean que se les corte el brazo para salvar su vida.

Pero su mero enunciado ha desatado una tormenta en Europa. No solo en los mercados financieros, cuyas cotizaciones se hundieron ayer al ver cómo vuelven las incertidumbres, las dudas y las angustias. También en los gobiernos. El alemán está de uñas, tras haber sufrido lo indecible tratando de que sus votantes admitan más sacrificios para sanar a Grecia y, otros gobiernos, más explícitos y menos diplomáticos, aseguraron que esto es el fin del país, que se despeñará por la quiebra que supone la imposible devolución de sus deudas mastodónticas. En efecto, los griegos corren el riesgo de que una Europa irritada por tamaño desplante se olvide de ellos, renuncie a su rescate y se dedique a sanar sus propias heridas, en lugar de las suyas. Y ¿ahora? Pues vuelta a las andadas. Si Papandreu insiste en su peregrina iniciativa, podemos ir preparándonos para asistir a la primera salida de un país del euro. Conclusión: qué poco dura la alegría en la casa del pobre. Esta vez, ni una semana.