Sanidad y educación
Actualizado: GuardarTodas las dictaduras tienen por norma dirigir y dominar la educación y la sanidad, obligando a la población a ser educados y curados según la idea del Estado que gobierna.
En las democracias, la Educación es financiada por el Estado que permite a los ciudadanos elegir entre centros públicos o privados. Es un disparate que no se dé libertad a los padres para que puedan llevar a sus hijos a los colegios o institutos que mejor les parezca, en base a la calidad de la enseñanza o del mejor trato a sus alumnos. Impidiendo que nuestros hijos cuenten con la mejor educación posible y dejándoles a la cola de Europa, según recoge el informe Pisa, que nos da un fuerte revolcón, dicho sea en términos taurinos. El cheque escolar ¡YA!
La Sanidad es otro ramalazo de la Dictadura de Franco que, según los gerifaltes del INP de los años 60, se copió del modelo de la URSS. Así, se incluyeron los hospitales mastodónticos, y de ninguna manera manejables, obligando a las grandes ciudades españolas a convertirse en Ciudades Sanitarias. Y a la hora de hacer las autonomías, se quedaron con los Hospitales mejores dotados como ocurrió con Cataluña y Madrid.
En el año 1976, llegaron la Muface, Isfas y Mugenju donde cada afiliado podía escoger cualquier entidad de seguro privado y de esta forma evitar las listas de espera, además permitía elegir cada año la entidad que se quisiese, si no se estaba conforme con ella. Los afiliados a la Seguridad Social tienen que estar obligatoriamente atendidos por los profesionales sanitarios estatales, que trabajan 35 horas semanales o más y los domingos, festivos y noches que tocan según sus turnos ya que a los enfermos en los Hospitales hay que atenderlos las 24 horas diarias.
Tanto los padres de los alumnos como los afiliados a la Seguridad Social deberían tener la libertad de elegir los centros escolares, hospitales y centros de Salud que prefiriesen.