Editorial

Un programa constructivo

El PP avanza una línea de gobierno marcada por la moderación y la lucha contra la crisis

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La dirección del PP aprueba hoy el programa electoral del partido para las elecciones generales del 20-N, pero ayer ya se divulgó un resumen que permite obtener una primera impresión de la propuesta que, como se esperaba, resultaba previsible en prácticamente todos sus extremos. El resumen -habrá que ver si el texto completo sigue esta pauta- aporta una visión general y completa de la obra de gobierno que proyecta, aunque evita intencionadamente ciertas concreciones que podrían lugar a extemporáneas polémicas. Sin embargo, la línea de avance del programa popular está muy clara y no da lugar a sorpresas. Como es lógico, la formación de Rajoy pone su mayor hincapié en el capítulo dedicado a «estabilidad y reformas para el empleo», que marca las líneas maestras de la lucha contra la crisis y en el que se pergeña una serie de medidas encaminadas a lograr mayor competitividad, estabilizar las cuentas públicas, reactivar el crédito, simplificar la regulación del mercado laboral y reformar la negociación colectiva, dando prevalencia a los convenios de empresa. También se anuncia un decidido apoyo a los emprendedores -incluida la ya anunciada desgravación de 3.000 euros por la contratación del primer trabajador- y una reforma fiscal que potencie el ahorro, mejore la tributación de los planes de pensiones y eleve los mínimos familiares exentos en el IRPF. El documento niega expresamente toda negociación con ETA y anuncia una reforma de la normativa del aborto, aunque no da precisiones. Todo el programa tiene un tono constructivo y, más que un catálogo de actuaciones, es una descripción de un estilo de gobernar centrista, moderado y tranquilo, cargado de sentido común y notablemente adaptado a la personalidad poco estridente de quien, según las encuestas, será el próximo presidente del Gobierno. No hay en el texto ni mudanzas súbitas ni reformas radicales: simplemente un afán de enderezar el Estado con nuevos bríos, cuando aún no ha cesado la mayor crisis que ha padecido este país desde la instauración de la democracia.