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Colombia responde en las urnas a una violencia que mató a 41 candidatos

El Gobierno destinó a 330.000 militares para combatir a los grupos armados y el presidente pidió «votar a los más honestos»

LA HABANA. Actualizado: Guardar
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Los 30 millones de votantes colombianos afrontaron ayer el reto de elegir entre 100.000 candidatos a sus próximos representantes regionales y municipales en medio de la creciente presión de grupos armados -adscritos a guerrillas de izquierda, paramilitares y narcotraficantes- que mataron a 41 candidatos desde febrero. El terrible clima de violencia llevó al Gobierno a disponer un 'blindaje' de más de 330.000 militares y policías para garantizar la seguridad.

Las autoridades subrayaron que la normalidad imperó en los 90.000 colegios, en una jornada en la que un atentado en Arauca contra la caravana del vicepresidente del Congreso regional, Albeiro Venegas, costó la vida a su chófer, Ariel Delgadillo. Otro hecho violento contra una patrulla dejó a cinco militares heridos.

El primer ciudadano en votar fue el presidente, Juan Manuel Santos. A las ocho en punto de la mañana (14.00 horas en España) llegó a su colegio electoral con la intención de dar ejemplo. Después de depositar la papeleta, en una breve alocución, invitó a participar en la jornada electoral temprano, «en conciencia» y a favor del «más honesto» como fórmula para derrotar a los violentos, que, dijo, «quieren que estas elecciones fracasen, así lo han hecho saber a través de varios comunicados. Por eso, respondámosles votando masivamente».

El azote de los grupos armados en este país sudamericano se remonta a los 60. Una vez que comenzaron a operar las guerrillas de izquierda de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN), los 'paramilitares' surgieron como guardaespaldas de los empresarios que podían ser blanco de los 'rebeldes'. A todos ellos se suma la delincuencia vinculada al narcotráfico, negocio con el que también se financian tanto guerrillas como paramilitares.

Baja participación

Gracias al 'poderío del gatillo', unos y otros presionan, amenazan o secuestran a candidatos o a sus familiares, bien porque los aspirantes no admiten plegarse a ser marionetas o porque supuestamente se doblegaron ante los enemigos de los que les atacan. Algunos observadores alertaron de riesgo de fraude, por compra de votos, en 200 de los 1.102 municipios. 41 aspirantes a estos comicios fueron asesinados desde que en febrero se abrió la campaña para elegir 32 gobernadores, 1.102 alcaldes, 418 diputados provinciales, 12.063 concejales municipales y 4.627 ediles.

En el ecuador de la jornada, Santos destacó la normalidad pero admitió la baja participación. Por ello reiteró el llamamiento a no «esperar al último momento». Y advirtió: «Si no votan, o si votan por alguien que no les conviene, el día de mañana no pueden quejarse de que la corrupción siguió campante o de que la obras no se hacen».