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El carnaval de las brujas hechiza a Cádiz

Pequeños seres monstruosos visitan hoy los hogares gaditanos bajo la premisa de 'truco o trato'

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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En Cádiz cualquier excusa es buena para disfrazarse y más, si es el calendario quien lo marca. Las máscaras y los antifaces ya no tienen que esperar hasta el mes de febrero para salir del armario de los gaditanos. Desde hace algunos años, una nueva fiesta exportada de Inglaterra se ha colado en la agenda local maquillando con telarañas y ambiente fúnebre el otoño. Hoy, las calles se visten de negro para celebrar Halloween. Un acontecimiento que despierta el lado más oscuro de la ciudad, y que da luz verde a vampiros, momias y monstruos para convertirse en dueños por una noche de la ciudad trimilenaria.

Y es que, con la caída de las hojas llega a los hogares una forma peculiar de celebrar el Día de Todos los Santos. Hasta hace poco tiempo, esta jornada festiva estaba marcada por un aire romántico y melancólico. Era un día para reunirse con la familia, disfrutar de dulces típicos, como los huesos de santo, y hacer una visita al cementerio. Pero ahora, el ambiente que lo rodea parece haber adquirido un carácter fantasmagórico. Una transformación que esconde detrás cierto aire cómico y carnavalesco, características que en la Tacita de Plata son bandera de sus ciudadanos. La fluidez comunicativa entre diferentes comunidades y la interculturalidad como resultado de ella han propiciado que Halloween se convierta ya en un fecha señalada para adultos y niños y que incluso le haga sombra al festejo nacional.

Son varios los nombres que presentan a esta festividad y que sirven para intuir su naturaleza tétrica. La noche de los zombies, de las brujas y de los monstruos. En definitiva, el día en el que el mundo de los vivos deja paso al de los muertos.

Desde mediados del mes de octubre, los comercios gaditanos anuncian en sus escaparates la llegada de este día. Calabazas, esqueletos y murciélagos han sustituido a los productos típicos del mes de noviembre, ya que si algo tiene Halloween es que ofrece un amplio abanico de posibilidades lúdicas. Las actividades típicas de esta fiesta son el famoso 'truco o trato', las fiestas de disfraces, además de las hogueras, la visita de casas encantadas, las bromas, la lectura de historias de miedo y el visionado de películas de terror.Aspectos que permiten convertir este día en un foco de ventas para determinados comerciantes.

Máscaras y capas

Uno de los sectores mejor parados por esta exportación anglosajona es el sector textil. Tiendas como El Disfraz de Cádiz lucen en su muestrario una gran diversidad de complementos y atributos para causar terror en esta noche siniestra. El cliente puede elegir entre convertirse por una noche en el hombre del saco, en una malvada bruja o en la mismísima muerte con su guadaña. «La experiencia que nosotros tenemos es desde que abrimos la tienda en 2009. Yo personalmente me he quedado asombrado de todo lo que mueve Halloween», explica Antonio Rodríguez Muñoz, propietario del establecimiento.

Y es que, aunque la fiesta regala diferentes actividades a la ciudad, todas relacionadas con el mundo del más allá y sus personajes, si algo no puede faltar es el disfraz. «La verdad es que no hay un traje determinado que se venda más que otro. Es una fiesta muy variada. Existe la gente que se compra simplemente una máscara y una capa y se gasta 10 euros y el cliente que compra vestimentas más elaboradas», añade el empresario.

No obstante, el auge de este festejo en la ciudad radica en el éxito que tiene entre los más pequeños. Los niños son los verdaderos protagonistas de este día. Hoy, pequeños seres monstruosos llaman a las puertas de cada vecino en busca de caramelos, chocolates o cualquier tipo de presente. Bajo la premisa de 'truco o trato' consiguen endulzar la jornada y cargar sus sacos de golosinas.

Esta dulce peculiaridad no se le escapa a la repostería local. El hogar del chocolate en Cádiz, la tienda Pancracio, expone desde hace varios días en su escaparate todo un catálogo de delicatessen tétricas para el paladar, en el que destaca la calabaza de chocolate, reina y señora de este festejo. «Es el producto que más se ha vendido. La mayoría de los pedidos que nos han hecho han sido por Internet», apunta Laura Moreno, responsable de prensa de la empresa. No obstante, estos pequeños visitantes siempre corren el riesgo de que el anfitrión elija truco. Posibilidad que conlleva que tengan que ingeniar alguna artimaña para conseguir su objetivo. «Cuando la gente elige truco les hago una voltereta o un número de magia», señala Isaías Roldán, uno de los niños que acudió el viernes a la fiesta de Halloween del Instituto Europeo en la calle Acacias.

En esta academia de inglés, los alumnos disfrutaron de una clase donde cambiaron los libros de texto por los gorros de bruja y las películas de miedo. «Nosotros intentamos inculcar a los niños el idioma y las costumbres típicas de los países anglosajones. Es una tradición que cada vez tiene mayor repercusión en Cádiz, sobretodo porque los alumnos se lo pasan genial», destaca la tutora del centro.

Pero no solo los niños esperan ansiosos la llegada de esta día en su agenda escolar, los jóvenes son también un público expectante. Esta noche, muchos locales de moda de la movida gaditana cambiarán su atrezo original y crearán ambiente con cortinas de humo, telarañas gigantes, espectáculos audiovisuales y camareros lúgubres. Este es el caso de la sala Imagina, discoteca que esta madrugada ofrece a sus clientes un número visual acompañado de la mejor música. Solo es un ejemplo de las múltiples alternativas que tiene hoy el gaditano para vivir una velada de auténtico terror al más puro estilo estadounidense.