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Una familia de Ubrique denuncia que les han «robado» su vivienda
Tuvieron que abandonar su hogar en julio por un incendio y en su ausencia «le han dado una patada a la puerta y han cambiado la cerradura»
Actualizado: GuardarLas llamas no acabaron con sus recuerdos en julio pero ahora éstos están en peligro. La familia Morales Caro de Ubrique está viviendo un auténtico calvario que no terminan de explicarse. Todo comenzó hace unos meses cuando la vivienda que se encuentra debajo de su casa, en la zona de la Fuente de San Francisco, salió ardiendo. Ellos, aunque las llamas no llegaron a entrar en su domicilio, se vieron obligados a abandonar su vivienda porque se vio afectada por el humo y además las llamas perjudicaron las tuberías y desagües.
Al tratarse de viviendas sociales en régimen de alquiler, propiedad de la Empresa Pública del Suelo de Andalucía (EPSA), los Morales Caro pidieron que se reacondicionara su vivienda para poder volver a la misma. Mientras, se alojan en un domicilio familiar, aunque pagando un alquiler, y solo visitaban su casa para recoger algunos de sus enseres, puesto que todo lo que tienen está dentro de aquellas paredes.
Con paciencia llevaban el obligado exilio, a pesar de que desean volver a su vivienda, pero el pasado martes vieron como la situación se ponía aún más complicada. Pepi Caro recuerda que «la policía vino a buscarme para decirme que le habían dado una patada a la puerta de mi casa y se habían colocado en ella». En ese momento trataron de volver a la casa para recuperarla o al menos llevarse sus enseres pero «no lo hicimos porque encima de que nos han robado, nos vemos con miedo a que puedan hacernos algo si aparecemos por allí», destacó la madre de familia.
Los Morales Caro acudieron ese mismo martes a la Guardia Civil para formular la denuncia y aseguran que «nos dijeron que los sacarían de allí de inmediato porque nosotros no podemos hacer nada ya que incluso han cambiado la cerradura», destaca Pepi. Esa rapidez era lo que esperaban de la justicia pero, de momento, siguen esperando que se lleve a cabo el desalojo de la familia que ha ocupado la casa. En la denuncia que presentaron ante la Guardia Civil destacaron que los ocupantes de la vivienda son un matrimonio con tres hijos, cuyo padre de familia es el hijo de la vecina del segundo, el piso de arriba.
Entre las paredes han quedado sus sábanas, toallas, ropa e incluso ropa íntima, «no tenemos nada, ahí están todos los recuerdos de nuestra vida y ahora tememos que nos los puedan destroza, quemar, tirar o incluso vender», destacan. Dentro recuerdan que se han quedado sus fotos de toda la vida e incluso los informes médicos de una de sus hijas que padece una enfermedad rara.
Protesta
La situación que padece la familia les ha llevado a protestar, desde el jueves, a las puertas del juzgado de Ubrique, junto a la Plaza de Abastos, para pedir ala justicia que actúe de inmediato. Allí portan carteles que rezan «El juzgado está permitiendo que me roben mi casa ¡Ahora!».