Jerez

Los jerezanos se suben en masa al autobús gratuito, pero siguen las quejas

JEREZ. Actualizado: Guardar
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El primer día de autobuses gratuitos en Jerez recibió ayer el respaldo en masa de los usuarios del transporte público que, sobre todo por la mañana, abarrotaron los escasos vehículos que se pudieron poner en circulación (ayer fueron solo 25 de los 39 necesarios para el servicio).

Así, las paradas se llenaron durante la mañana de usuarios que vieron con buenos ojos que no se les cobre el billete después de todos los perjuicios de 11 semanas de huelga, pero que no dejaron de manifestar sus quejas por el mal estado de los coches y su escasez que provoca que «no se cumplan los horarios y haya que esperar mucho tiempo». Situaciones parecidas se vivieron por la tarde, cuando además ya no se vieron los autobuses tan llenos de viajeros.

En esta situación, los que volvieron a poner la nota crítica ayer fueron los trabajadores de Urbanos Amarillos, que insistieron en que el mes gratuito «lo van a pagar todos los jerezanos».

De hecho, el presidente del comité de empresa, José María Romero, pidió a la concesionaria que «deje de encubrir al Ayuntamiento y de engañar a la gente» ya que tienen claro que «la propuesta no es de la empresa sino del Consistorio».

Romero aclaró que la medida es positiva «siempre que se trate de compensar el daño» a los jerezanos, pero lamentó que vaya a ser el pueblo de Jerez el que costee la gratuidad de «un servicio que seguirá siendo malo debido al estado tercermundista de la flota, que se cae a trozos».

También criticaron ayer la medida desde el partido Unión Progreso y Democracia (UPyD), que en concreto exigió que «se hagan públicas las condiciones particulares de la misma para conocer quién va a sufragar su coste».

Según Martín de la Herrán, portavoz de la formación magenta en Jerez y candidato a la presidencia de la Junta, «esto supondría un hito de transparencia sin precedentes en nuestra ciudad», al tiempo que afirmó que «dudamos que una empresa que recientemente ha admitido su escasa solvencia, que no puede casi ni mantener los autobuses en estado de uso y conservación, está teniendo problemas para pagar las nóminas, y ni siquiera dota de uniformidad a sus trabajadores, pueda costear por sí sola una medida de esta magnitud».