Economia

UNA CUMBRE QUE DISEÑA EL MODELO ALEMÁN

EXDECANO Y CATEDRÁTICO DE FINANZAS DE ESADE (URL) Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Nos puede gustar o no, pero el consenso que la canciller Angela Merkel ha conseguido en Bruselas revela que hemos pasado de su liderazgo personal a un modelo alemán para toda la zona del euro. El presidente francés se encuentra a un paso de las elecciones y no puede tomar compromisos que pongan en riesgo su triple A. Tres pilares definen el acuerdo. Los bancos europeos han de capitalizarse, por 106.400 millones de euros, entre otros motivos porque se aumenta el coeficiente de capital al 9% y por la depreciación de la deuda soberana. Además para agravio comparativo de España, mientras todos los bancos franceses y alemanes tienen posiciones importantes en deuda soberana de Grecia, en nuestro caso, por tener deuda de España, se aplica una depreciación del 2%. La cuestión es más delicada si de nuevo no se tienen en cuenta nuestras provisiones genéricas y específicas, si bien van a contar como capital las emisiones de bonos convertibles necesariamente en acciones.

El segundo pilar es la quita del 50% de la deuda de Grecia, que los bancos alemanes y franceses aceptarían «de manera voluntaria», aunque en Francia se haga con evidente desagrado. Lo que se persigue es que en el año 2020 Grecia llegue a un nivel de deuda del 120% del PIB. Y el tercer pilar tiene mayor calado. Se trata de reforzar el denominado Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), elevando su cuantía desde lo que queda de los primitivos 440.000 millones, aproximadamente 250.000 millones (pues una parte se usó para los rescates de Irlanda, Grecia y Portugal) hasta un billón de euros. La cuestión es de dónde saldrán esos cuantiosos fondos. En un principio se barajó la posibilidad (Francia) de que se convirtiera en un banco y que pudiera endeudarse recurriendo al Banco Central Europeo (BCE) y este, con su capacidad de emisiones imprimiendo 'papel moneda' en cantidades ingentes, siguiera el modelo americano. Alemania se opuso rotundamente, pues no quiso que el BCE perdiera el papel que le asignan sus estatutos. Es posible que surjan fondos paralelos, algunos con aportaciones de países emergentes (China, Rusia, países exportadores de petróleo Oriente Medio) y quizá Japón. ¿Estamos ante una solución definitiva de la crisis del euro? Ciertamente no. A lo sumo se ha puesto cierto orden a la profusión de deuda soberana de Grecia, en espera de otro plan de rescate, de cuantía mayor que el de mayo del pasado año.