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A la caza del hijo del coronel

Británicos y rebeldes tratan de localizar a Saif al-Islam, que sospechan que está escondido cerca de la frontera con Níger y Chad

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A menos de una semana del fin oficial de la misión de la OTAN en Libia, el Ejército británico, ayudado por unidades de elite cataríes y combatientes revolucionarios, se lanzó ayer a la búsqueda de Saif al-Islam, el vástago más querido de Muamar el Gadafi y su previsible sucesor. Los aviones de las Fuerzas Especiales de Reino Unido (SAS) sobrevolaron el sur del país, limítrofe con Níger y Chad, con el objetivo de evitar que cruce la frontera. En la inmensidad del desierto se esconden varios familiares del difunto coronel, algunos de los cuales han logrado poner los pies en Níger, gran aliado en el pasado del cabecilla del clan.

La captura de al-Islam, hijo mayor de la segunda mujer de Gadafi, conferiría un nuevo tanto al bando rebelde, no solo por la indiscutible significación política del hijo del exdictador, sino también porque el Tribunal Penal Internacional lo reclama por crímenes de guerra. Está por ver si, a diferencia de su padre, es capturado y puesto a disposición de la Justicia en vez de zarandeado, sodomizado y asesinado por una turba revolucionaria.

Según trascendió ayer, al-Islam llamó a su padre varias veces el mismo día en que fue ejecutado en Sirte. Él también se encontraba en esta ciudad, pero huyó a tiempo hasta Bani Walid, el otro gran bastión gadafista. Durante el trayecto temió morir alcanzado por un mortero. «Estaba nervioso. Tenía un teléfono vía satélite y llamó muchas veces a su padre», relató a la agencia Reuters un oficial del Ejército gadafista. En el momento de su muerte, el coronel también portaba, además de sendas pistolas de oro y plata, un teléfono de este tipo que al parecer utilizó para hacer llegar sus arengas al canal de televisión sirio que le dio voz durante la guerra. Padre e hijo, según los testimonios de sus hombres, temían que los satélites aliados pudieran rastrear sus comunicaciones y conducir a la OTAN hasta su paradero.