El PP pide «prudencia» al PSOE y al PNV para no hacer el juego a Batasuna
Reclama que se saque de la agenda el debate sobre presos o mesas de partidos y que se apueste por consolidar las instituciones
MADRID. Actualizado: GuardarEl PP hizo ayer un llamamiento a la calma y a la prudencia a los gobiernos central y vasco, así como al PSOE y al PNV, a quienes avisó de que con sus urgencias por convertir en irreversible el fin del terrorismo anunciado por ETA se han echado en brazos de la estrategia patrocinada por Batasuna y la organización criminal.
Un día más, Mariano Rajoy delegó en el presidente de los populares vascos, Antonio Basagoiti, que es quien desarrolla el discurso del partido ante el fin de ETA mientras el líder de la oposición ha optado por un segundo plano. Basagoiti aprovechó el encuentro mantenido en Ajuria Enea con el lehendakari, Patxi López, para recordar que ETA ha dejado el terrorismo obligada por el estado de derecho y sin condiciones. La democracia, por tanto, no tiene urgencia alguna en realizar gestos que agraden a la banda o a sus grupos afines porque «no le debemos nada, sino todo lo contrario».
El líder de los populares vascos cree que el PNV se ha lanzado a reclamar mejoras inmediatas en la situación de los presos etarras para ganar puntos en un electorado independentista que le disputa a Amaiur, y que Patxi López ha montado a toda prisa una ronda con los partidos vascos para acallar las críticas que le achacaban falta de liderazgo en el proceso para liquidar el terrorismo.
A unos y otros, y especialmente a los socialistas y al lehendakari, el líder de los populares vascos les pidió «mano izquierda» y «prudencia» para olvidarse, al menos hasta después de las elecciones generales, de hacer gestos «innecesarios y precipitados» que solo contribuyen a hacer la campaña electoral «a los malos» y a empezar «la casa por el tejado».
En su opinión, hay que arrinconar la agenda de la izquierda abertzale y de ETA y sacar del debate político las discusiones sobre política penitenciaria, sobre mesas de partidos ajenas a las instituciones, sobre adelantos electorales o sobre fórmulas para la independencia. Basagoiti consideró que la prioridad no es lo que quiera ETA sino «consolidar la convivencia y garantizar que esta situación no tiene marcha atrás», y hacerlo mediante el apoyo total a las instituciones elegidas por los vascos y a las víctimas del terrorismo, que son, dijo, quienes tienen que fijar el relato de la victoria sobre ETA.
En este sentido, lanzó una triple propuesta. Por un lado, dar especial relevancia al próximo 10 de noviembre, cuando las instituciones y las víctimas celebran en el País Vasco el Día de la Memoria. Por otro, que el lehendakari impulse una gran conferencia internacional sobre «la libertad, la ciudadanía y la democracia», con invitados de «primer nivel», y que destaque «la pluralidad y la convivencia por encima de territorios e ideas segregadoras y excluyentes». Por último, emplazó a López a tratar de atraer a Euskadi las inversiones que durante años alejó el terror.
Un futuro sin concesiones
El portavoz de la dirección del PP, Esteban González Pons, hizo un discurso casi idéntico al de Basagoiti. Reclamó sacar a ETA de la campaña para centrarla en el paro y la economía, que es lo que cree que preocupa a los españoles, y dejar el asunto de los presos terroristas y las demás derivadas del abandono de la violencia para que las aborde, sin prisas y desde el respeto a la ley, el nuevo gobierno que saldrá el 20 de noviembre de las urnas.
Pons, que dio por hecho que ese ejecutivo lo encabezará Mariano Rajoy, avisó de que el PP abordará el final del terrorismo con el consenso del PSOE, como hasta ahora, y sin cambiar la política antiterrorista y sin relajación o concesión alguna en la lucha contra ETA.
El portavoz popular en temas de Justicia, Federico Trillo, remachó estas afirmaciones. Señaló que la política antiterrorista del gobierno de Rajoy, incluido el régimen penitenciario, no tendrá cambios sobre la actual y que se basará en los mismos tres pilares. Todas las decisiones sobre presos se sujetarán a la legalidad, estarán controladas por los jueces, y siempre será un tratamiento individualizado.