Juan Planés, impartiendo una conferencia. :: L. V.
CÁDIZ | Juan Planés Empresario y formador de psicología positiva

«Ya se empieza a tomar consciencia del valor de las emociones para alcanzar objetivos»

Este emprendedor defiende la importancia del pensamiento positivo y el control de los sentimientos para el éxito personal

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Una reflexión, un minutos para eliminar la tensión, algunos pasos de baile, confesar un sueño, reconocer un sentimiento, cruzar una alfombra de brasas ardiendo. Cualquiera de estas actividades puede ser un detonante para que el potencial aflore. El empresario Juan Planes está convencido de que la psicología cambia conciencias y es capaz de modificar conductas. Toda una filosofía de vida para el ámbito personal y profesional. Su seminario formativo llega a Cádiz, donde participaron el pasado fin de semana en torno a 140 universitarios en la Facultad de Filosofía y Letras de la UCA.

-Es la primera vez que se organiza este curso fuera de Valencia. ¿Por qué elige Cádiz para hacerlo?

-Ha sido una invitación de la Universidad. En Navidad participamos en un programa de televisión nacional y recibimos una llamada de la UCA mostrando interés por nuestro seminario y ofreciéndonos venir, así que aquí estamos. Tenemos muy buena participación, han sido en torno a 140, el 90% de ellos universitarios y lo hemos centrado más en el crecimiento personal que en el éxito laboral o empresarial. Son jóvenes de todas las titulaciones, desde Medicina a Empresariales, Ingeniería, etcétera.

-¿Qué tipo de actividades incluye el programa?

-Se explican los principales puntos de la psicología positiva y la inteligencia emocional y se ofrecen técnicas de autoafirmación, proyección de futuro, habilidades sociales y lo más llamativo, caminar descalzos sobre un lecho de brasas incandescentes. En general se hace una serie de ejercicios con ellos, con partes más dinámicas y otras que hay que introducir más teóricas.

-¿Y los participantes se prestan a pasar sobre brasas encendidas?

-Sí, la mayoría de la gente pasa. Normalmente las personas que vienen a estos cursos les gusta y conocen de antemano las actividades que se proponen, además esa actividad no es una sorpresa, incluso hay que firmar un consentimiento para ello. La decisión es voluntaria, no se fuerza a nadie y puedo decir que hasta ahora nunca ha pasado nada, nadie se ha quemado.

-¿Qué se persigue con este tipo de iniciativas?

-Son muchas cosas. Que tomen las mejores decisiones tanto a nivel personal como personal se les da herramientas para ello. La psicología se había dedicado más a trabajar con la gente que no estaba bien a nivel emocional que con los que están bien y quieren mejorar sus vidas. La psicología positiva descubre qué caminos te ayudan a ser más eficaz en el trabajo, estar más satisfecho con tu vida o ser más feliz.

-Usted dirige un grupo de empresas relacionadas con el sector inmobiliario, el comercio y hasta la hostelería, no se dedica profesionalmente a esto. ¿En qué momento se plantea convertirse en formador de psicología positiva?

-Asistí a un seminario de dinámica similar a éste hace once años y me impactó tanto que me planteé dar a conocer este tipo de cosas. A partir de ahí comencé a impartir seminarios, soy profesor en dos escuelas de negocios de Valencias, he hecho mucha formación en empresas. Éste en concreto de Cádiz está más enfocado a mejorar la calidad de vida que el ámbito empresarial o profesional. Desde hace tres años decidimos democratizar este tipo de cursos y lo hacemos a precios más baratos. Esta no es mi profesión, yo soy empresario y éste es mi hoby. Hay a quien le gusta jugar al fútbol o al golf, otros salen en una chirigota, a mí me gusta hacer esto.

-¿Y qué puede aportar estas técnicas a los participantes en su vida personal?

-Primero es un cambio en la manera de ver las cosas, un cambio del chic. Hay efectos que son muy inmediatos como controlar los sentimientos y las emociones, otros que se perciben más a largo plazo, pero sí hay un gran beneficio en general. También ayuda a elegir mejor las opciones. A mí me cambió muchas formas de ver las cosas, lo que podía alcanzar y ser dueño de mis emociones. También aprendí técnicas para poder ser influyente con los demás, que te permite conectar mejor con los colaboradores y captar clientes.

-¿Considera que puede ser más útil en Cádiz donde crece el pesimismo sobre el futuro laboral por el crecimiento del paro, la falta de expectativas?

-Hoy vivimos en un mundo repleto de oportunidades, no importan tanto ser de Cádiz o de cualquier otra parte. Hace treinta años en mi pueblo o te dedicabas a la huerta o no tenías muchas más opciones, afortunadamente ahora tenemos un abanico muy amplio de salidas profesionales y la gente más preparada cuenta con un mayor número de posibilidades de conseguir un buen o montar un buen negocio. Tenemos libertad de mercado por Europa, la gente aprende a hablar idiomas o puede crear una empresa en internet y no va a importar mucho el lugar desde el que opere. El problema es que si la gente no percibe que hay oportunidades no las busca.