Cristiano saca sus garras
El luso recuperó el gol, firmó otro 'hat-trick', y los blancos el fútbol de ataque para exhibir su potencial en una magnífica primera parte Fue el líder del Real Madrid más brillante en la gran victoria ante el Málaga
MADRID. Actualizado: GuardarEl Real Madrid más brillante de la temporada, y no al contragolpe, sino con el balón en su poder y con verdadero fútbol, el del ataque organizado que también desea mejorar Mourinho y en el que el equipo ha experimentado importantes progresos, apareció en La Rosaleda para machacar de nuevo al Málaga. Se acabó la mala racha goleadora de Cristiano, se mantuvo la de Higuaín, surgió el Madrid dominador y agresivo, el del toque y elaboración que ansía el Bernabéu, y fue a domicilio, aunque en un campo que siempre se les da bien, donde los blancos se exhibieron en una primera parte de juego descomunal en la que borraron del campo al equipo de Pellegrini.
Este Madrid sigue creciendo, y tuvo que ser precisamente el Málaga, que se ha gastado este año más millones que el club blanco, el que mordiese el polvo durante un recital de fútbol en el que la pelota y el juego preciso y ofensivo fueron los protagonistas. También Cristiano, que en menos de un cuarto de hora firmó otro 'hat-trick' y lideró la lección de efectividad madridista. El crack portugués cedió su versión solidaria a Di María, autor de las dos primeras asistencias. Salvo a Özil, que dejó su puesto a un Kaká cada día más fresco, Mourinho alineó a los mejores y el Madrid sacó a relucir su mejor cara. La del equipo en el que destacan enormes individualidades, pero en el que cada vez tiene más peso el colectivo.
El Madrid no acusó el ambiente hostil de La Rosaleda, salió a mandar desde el principio -aunque hubo una caída en cada área en los dos primeros minutos- y acalló los gritos a base de juego, presión, fortaleza física y eficacia ofensiva. Con ataque continuado, como le gusta llamarlo a Mourinho, Cristiano recuperó el gol, el Madrid el fútbol, y el Málaga perdió los tres puntos en menos de media hora. Tras ser avasallado, a pesar de que Pellegrini quiso sorprender con Joaquín como delantero, pero no como acompañante de Van Nistelrooy, a quien dejó en el banquillo, el Málaga recuperó la pelota en la segunda parte, aunque le faltó suerte para marcar más de un gol que mereció. El larguero, en dos ocasiones, y Casillas, lo evitaron.
Se echaron atrás
Cedieron la iniciativa y el balón los blancos después del descanso porque decidieron que era el momento de tirarse atrás y dejar jugar al Málaga, una vez que el trabajo ya estaba hecho. El brutal ataque madridista también salió a relucir en Málaga, y los de Mourinho bailaron en el primer tiempo a un rival de nombres pero empequeñecido y desbordado por la ambición, la movilidad, la velocidad y el toque madridista.
El Madrid se tomó sin embargo el segundo con la intención exclusiva de defender y explotar su letal contraataque, y solo un milagro impidió que el Málaga marcase el gol del honor. También acusaron los blancos el cansancio y se dejaron llevar con su experiencia frente a un Málaga al que también le gusta tocar, aunque su remate nada tiene que ver con el del Madrid. A los de Pellegrini les faltó puntería y le sobraron el travesaño y el portero.