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Polanco admite que no sabe si podrá pagar las nóminas de noviembre
El director general de la empresa maderera en concurso de acreedores, Javier Moyano, tiende la mano a los sindicatos para negociar
Chiclana Actualizado: GuardarLa situación de la plantilla de trabajadores de Maderas Polanco, 254 en Chiclana y otro medio centenar en Granada, pende de un hilo. Según explicó ayer a LA VOZ el director general de la empresa inmersa en un proceso concursal, Javier Moyano, el pago de las nóminas no está garantizado para noviembre.
Moyano explica que la firma maderera «podría no tener liquidez suficiente para abonar los sueldos», y reitera que si se prolonga en el tiempo el concurso de acreedores que acaba de iniciarse, «la empresa no va a poder hacer frente a los contratos de trabajo existentes».
Maderas Polanco, o mejor dicho, las cuatro filiales de las que está compuesto el grupo empresarial chiclanero, lleva varias semanas en una situación límite. El juzgado de lo Mercantil de Cádiz ante el que presentó la solicitud de proceso concursal ha designado ya a los administradores concursales, que deben aceptar su responsabilidad. En principio dos de ellos serían un abogado especialista del bufete sevillano de Cuatrecasas, y un director con formación financiera de TMG.
El director general de Polanco, que lleva en el cargo desde febrero, asegura además que la situación a la que se ha visto abocada la empresa es fruto de su dependencia en más de un 80% del sector de la construcción. Moyano aclaró que la empresa ha presentado formalmente el pasado miércoles los expedientes de extinción de todos los contratos de su plantilla, correspondientes a las cuatro compañías de Chiclana y Granada. Asimismo, el representante del grupo recordó que el próximo martes acudirán a la reunión convocada por la delegación de Empleo en Cádiz, en la que está previsto que también estén los sindicatos y el comité.
Moyano tendió la mano a éstos para «negociar hoy mismo», y recordó que en este tipo de desenlaces «el que más pierde es el empresario», en alusión al compromiso personal del fundador de la firma, Juan Polanco, «que incluso hipotecó su casa en un último intento de salvar la empresa», asegura.