Política o medicina
Actualizado: GuardarNo se explica cómo el prestigioso Dr. Cousido, el cual presidió el pasado fin de semana la XXXIV reunión anual de la Sociedad Andaluza de Neurología, presta una especial atención al infarto cerebral y a la rápida intervención para reducir las secuelas, que consiste en una rápida atención hospitalaria y revascularización de las arterias antes de que se obstruyan, e insiste en que este protocolo se sigue en los hospitales de la Bahía.
Este protocolo no se cumplió, por parte del servicio de urgencias ni por él mismo, el pasado 26 de enero del presente año, cuando una chica de 21 años acudió al servicio de urgencias del hospital Puerta del Mar. La joven fue asistida por el 061, a los quince minutos de presentar los síntomas de un íctus, que en su caso fueron pérdida de fuerza y sensibilidad en todo el lado derecho y una leve desviación de la comisura labial. Se consideró que los síntomas correspondían a una migraña hemipléjica que no necesitaba ingreso hospitalario. Esta decisión no se hizo efectiva debido a la insistencia de la madre de la paciente, que veía cómo su hija iba perdiendo cada vez más fuerza y la visión del ojo derecho. Al final, el hospital accedió a dejarla en observación e incluso le adminitraron una pastilla para relajarla. Debido al empeoramiento sufrido por la joven, accedieron al ingreso, el 27 de enero, y otra doctora procedió a plicarle el tratamiento.
El no tratar el íctus en las primeras horas de producirse los síntomas le ha producido importantes secuelas físicas y cognitivas, que no se han recuperado ni con rehabilitación. Aparte de un diagnóstico erróneo, lo que más afectó fue el trato indigno que sufrieron tanto la familia como la paciente en el servicio de urgencias.
Continuará...