El cadáver de Gadafi, fotografíado por curiosos en una casa de Misrata, donde fue trasladado desde Sirte. :: MAHMUD TURKIA / AFP
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Sirte resistió con el aliento del exdictador

La fiera resistencia de la ciudad forzó a organizar una gran ofensiva en la que los bombardeos de la OTAN ayudaron a conseguir la victoria

TRÍPOLI. Actualizado: Guardar
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Los últimos fieles a Muamar el Gadafi plantaron batalla durante más de un mes en Sirte, la ciudad natal del dictador, después de que los revolucionarios se hicieran a finales de agosto con el control del Trípoli, de donde el coronel tuvo que salir huyendo. Él y su círculo más cercano, en el que se encontraban sus hijos Mutassim y Saif al-Islam; el antiguo ministro de Defensa, Abu Baker Yunis, y el jefe de los servicios secretos, Abdalá Sanusi, se obstinaron en resistir calle a calle en un espacio cada vez más reducido, hasta que los insurgentes lograron doblegar el reducto.

La fiera resistencia en Sirte forzó al Consejo Nacional de Transición a organizar una gran ofensiva en los últimos quince días, que había ido expulsando a los partidarios de Gadafi hacia el mar. Pero en el noroeste de la ciudad aguantaba firme el Distrito 2. Desde allí, intentó escapar a primera hora de la mañana de ayer el convoy de vehículos en el que, según distintas fuentes, viajaban Muamar el Gadafi y sus más estrechos colaboradores.

Al bombardeo de la OTAN, a unos tres kilómetros al oeste de Sirte, habría seguido la vuelta del dictador a la ciudad y su refugio en la alcantarilla en la que lo encontraron escondido las fuerzas rebeldes.

Un combatiente leal al Consejo Nacional de Transición relató a la BBC cómo encontró al coronel escondido en el agujero, y cómo el antes todopoderoso gobernante le rogó que no le disparara. Es el joven de la camiseta azul y la gorra de los New York Yankees que aparece en varias imágenes con una pistola tipo Colt 1911 de oro, o simplemente dorada, que dijo haberle arrebatado al líder caído, herido al parecer en ambas piernas, más tarde en la cabeza y que aún habría recibido otro balazo de 9 milímetros en el abdomen.

Como Sadam

A Muamar el Gadafi y a Sadam Hussein los unió en vida su crueldad, y en la última hora su muerte en la ciudad que los había visto nacer. El iraquí se refugió en Tikrit, y la presencia del libio y de su hijo Mutasim en Sirte ayuda a explicar la feroz resistencia del último reducto gadafista después de la caída, hace solo dos días, de Bani Walid. Un rechazo al cerco que sorprendió y preocupó a los militares responsables de la OTAN porque representaba una demora para una operación que amenazaba con eternizarse.

El Distrito 2, de menos de un kilómetro cuadrado, ofrece ahora la imagen de la devastación que han llevado a esta ciudad costera varias semanas de guerra. Ningún edificio ha quedado intacto, numerosas calles están inundadas y Sirte ha dejado de ser para siempre el llamado 'pueblo mimado' de Muamar el Gadafi. Ni siquiera acogerá su tumba.

El cadáver del dictador permanecíatraba la noche del jueves en Misrata, a 200 km al este de Trípoli, así como el cuerpo de su hijo Muatasim, constataron fotógrafos de la AFP.

Un fotógrafo de la AFP constató la presencia del cadáver de Muamar Gadafi en una casa de la ciudad de Misrata, donde pudo tomar una foto en la que aperece con el torso desnudo y el vientre cubierto de sangre, rodeado de curiosos que también lo fotografiaban con sus teléfonos celulares.