Sociedad

Valentín se hace popular

Varios arqueólogos de Cádiz subrayan la importancia del hallazgo del primer y más antiguo esqueleto fenicio

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Es como el chico nuevo del trabajo, que suscita interés y está en boca de todo el mundo. Desde que se diera a conocer ayer a la opinión pública su historia, todo el mundo habla de Valentín. El mérito lo tienen los arqueólogos que hallaron su esqueleto un mes de febrero en el solar del Teatro Cómico. Fue hace tres años y justo un año después de su descubrimiento empezaron a despejarse las dudas en torno a su triste destino. Al parecer, Valentín, el primer fenicio del que podemos ver su esqueleto al completo, murió hace 2.500 años en esta zona alta de la ciudad, en la antigua Gadir, mientras huía de un incendio. Malogrado tras una caída, y con la cadera rota, no pudo huir del humo y las cenizas, que acabaron sepultándolo y alejándolo de los ojos de los demás. Nadie fue testigo de su infortunio, y nadie se ocupó de su cuerpo hasta que Juan Miguel Pajuelo y José María Gener lo hallaron durante las excavaciones en el yacimiento. Según los expertos, no fue el único que pereció en la zona, pero aún quedan muchos interrogantes que responder. ¿Fueron víctimas de la misma tragedia? Poco a poco iremos sabiéndolo.

Por ahora, los investigadores creen que Valentín pudiera haber muerto durante un asalto a la ciudad por parte de griegos y tartésicos. Las fuentes históricas confirman un episodio violento en ese siglo, el VI a. C., pero es difícil de saber con seguridad. Si efectivamente se produjo y si fue este suceso el que provocó la muerte de nuestro querido fenicio y algunos de sus paisanos gaditanos. «Se necesitan más evidencias o argumentos de mayor peso para confirmarlo», afirma Darío Bernal, arqueólogo de la Universidad de Cádiz, que elogia la cautela de Pajuelo y Gener a la hora de plantear esta hipótesis. Eso sí, para Bernal lo realmente digno de importancia e interés por el momento es el estudio antropológico y paleopatológico realizado por los expertos. «Hasta ahora no había esqueletos fenicios que se pudieran estudiar», de ahí la relevancia de este hallazgo, una osamenta a la que pudo realizarse una prueba pionera, un TAC, que ayudó a revelar información relevante del sujeto.

Según otro arqueólogo, en este caso Ramón Corzo, en la época que vivió Valentín (siglo VI a. C.) no se inhumaban los restos humanos, se incineraban. De ahí que no se hubieran encontrado restos óseos. En el caso de este individuo, al ser su muerte casual, su esqueleto ha quedado para la posteridad. «Fue a finales del siglo quinto cuando se volvieron a enterrar los cuerpos», afirma Corzo que recurre a los sarcófagos fenicios del Museo Provincial para ilustrar el ejemplo.

La invención del ariete

En cuanto al asalto de Gadir, Corzo reconoce que es muy interesante. «Es difícil confirmarlo pero este asalto fue significativo porque gracias a él se inventó el ariete -arma ofensiva que consistía en una robusta viga de madera decorada en un extremo con una cabeza de carnero-». Se usaba en los asedios para derribar puertas o paredes fortificadas. Según este arqueólogo, los griegos lo fabricaron para llevar a cabo el asedio a Cádiz. «La misma palabra 'Gadir' significa ciudad amurallada», sentencia Ramón Corzo, que cree que es muy posible que este batalla tuviera lugar, tal como anunciaban ayer los investigadores del Teatro del Cómico.