Violento desalojo de un campamento nómada en el Reino Unido

La Policía inició ayer la evacuación forzosa de los residentes de un asentamiento de nómadas en el este de Londres y de grupos juveniles que les apoyan, tras diez años de disputas en los tribunales que se sellaron el lunes con la autorización del Tribunal Superior al Ayuntamiento de Basildon para proceder con el desalojo, justificado por la falta de permisos para la construcción del asentamiento.

Los residentes son 'travellers', que tienen un origen incierto pero que se remonta a la Edad Media en Irlanda y que han mantenido sus propios dialectos y costumbres. En algunos lugares de Irlanda y de Reino Unido se han establecido como comunidades sedentarias, algunas de origen inglés, pero guardando su forma de organización peculiar.

La de 'Dale Farm' agrupa a unas mil personas, a quienes se han sumado simpatizantes dispuestos a resistir la evacuación. Durante el día de ayer, la Policía se concentró en detener y desalojar a jóvenes encaramados a una estructura de unos doce metros de altura, levantada con piezas de andamiaje y que bloquea el principal acceso al asentamiento.

Antes, poco después del amanecer, unos cien policías equipados con material antidisturbios habían entrado por la parte trasera del campo mientras otros mantenían un diálogo con los residentes en el acceso principal. La incursión de la Policía y la maniobra de engaño provocó la rabia de los residentes y confrontaciones, con dos incidentes en los que la Policía utilizó pistolas eléctricas de inmovilización.

Poco después, alguien prendió fuego a una de las caravanas del campo, en la que se podía leer un cartel en el que se advertía de que en el interior había una persona con problemas de salud, y los jóvenes simpatizantes quemaron maderas y otros materiales para formar barricadas. Según el balance ofrecido en la noche de ayer, en un hospital próximo se atendió a varios heridos, todos ellos leves.

La larga y compleja disputa legal sobre la legalidad del campo ha dividido al Ayuntamiento y a la gran mayoría de los vecinos de Basildon, por un lado, y a residentes y simpatizantes, entre los que se encuentran algunas celebridades. El Gobierno británico rechazó la oferta de mediación del representante local del Comisionado de Derechos Humanos de la ONU.