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Oligarcas en los tribunales de Londres

La Justicia británica examina una demanda por 5.000 millones del magnate Berezovsky contra Abramóvich

LONDRES. Actualizado: Guardar
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Los dos oligarcas rusos se sientan en lugares opuestos de la moderna sala del nuevo edificio del Tribunal Comercial. Es el último caso del abogado Jonathan Sumption antes de ser ascendido directamente -no había ocurrido desde 1949- al Tribunal Supremo. En el banco del público se sienta la viuda del Alexander Litvinenko, expolicía y disidente ruso asesinado en Londres. Los guardaespaldas vigilan las puertas de acceso.

La demanda de unos 5.000 millones de euros presentada por el exmatemático Borís Berezovsky, que fue oligarca del Kremlin en la época de Yeltsin, contra Roman Abramóvich, que escucha a través de cascos la traducción de lo que sucede en el tribunal y es el patrón del club de fútbol Chelsea, «es un buen negocio para el sistema judicial británico», según un jubilado que asiste a todas las sesiones del juicio. Los abogados facturan unos 60 euros cada segundo. Berezovsky vive exiliado en Londres desde hace 11 años y alega que tuvo una relación de confianza con Abramóvich cuando, en la era poscomunista, millonarios rusos prestaron dinero al Gobierno de Moscú a cambio de acciones en la privatización de empresas estatales. Así alcanzaron en pocos años la riqueza extravagante de los oligarcas.

Pero sus acuerdos, según el demandante, solían ser verbales, sin rastro escrito. Berezovsky habría compartido la propiedad de un gigante del petróleo, Sibneft, pero Abramóvich le forzó luego a vender su participación por un precio irrisorio, bajo amenaza de que, si no, el Kremlin de Putin le expropiaría. Su exsocio habría vendido además sin su permiso sus acciones en Rusal, fabricante de aluminio.

Pagos millonarios de Abramóvich, a través de la empresa de un jeque árabe, probarían que abonó a su socio los beneficios de Sibneft. Los abogados del dueño del Chelsea afirmaron en su exposición inicial que no compartían la propiedad de Sibneft y que fueron pagos para obtener de Berezovsky la protección política del Kremlin de Yeltsin. La corrupción era entonces 3 de 10, ahora es 10 de 10, alegó el demandante, y su rival es ahora un gánster.

El abogado Sumption, en la cumbre de la judicatura británica y además autor de un denso tomo sobre historia medieval inglesa, afirma que la relación de los negocios con el poder político en Rusia en aquellos tiempos es comparable con la que se vivía en Inglaterra en el siglo XV. «Para entenderlo, hay que leer a Shakespeare», dijo el defensor de Abramóvich.