«Estoy orgulloso, feliz y satisfecho; volvería a hacer lo mismo»
Actualizado: GuardarEl patriarca de la familia, José María Ruiz-Mateos, aseguró ayer ante la prensa sentirse «orgulloso, feliz y satisfecho» con su obra, y añadió que «volvería a hacer el mismo trabajo» para levantar su grupo empresarial, Nueva Rumasa.
En unas declaraciones a los periodistas, el octogenario empresario reivindicó su papel de empresario creador de empleo, aunque lamentó la situación de sus trabajadores, algunos de los cuales se concentraron frente a las puertas del tribunal para abuchear a la familia y exigir responsabilidades penales.
«Me he dedicado toda la vida al empleo», declaró el patriarca, quien recordó que empezó con siete obreros y ha conseguido emplear a 100.000 personas.
En relación con los abucheos e insultos que recibió la familia por parte de los empleados de Nueva Rumasa concentrados en el exterior de la Audiencia Nacional, Ruiz-Mateos aseguró que volvería a emplearlos a todos. «Están ahí (fuera) pero en el fondo son buena gente y necesitada», apuntó.
A su salida de la Audiencia Nacional, la Policía tuvo que proteger tanto a Ruiz-Mateos como a Teresa Rivero, ante los improperios de los inversores y trabajadores, que durante la protesta gritaron consignas como «los hijos a la cárcel y tú a confesarte» (dirigidas a la esposa), «así me veo por culpa de Mateos», «se te tenía que caer la cara de vergüenza» o «devuélvenos nuestro dinero».
El grupo de empleados de Clesa y Royne portaban una pancarta en la que se leía «Los trabajadores de Clesa y Royne no olvidan» y le gritaron al empresario que diera «la cara». Él, antes de subir al coche, les dedicó un saludo militar.
El juez tomará hoy declaración al resto de los hijos varones de Ruiz-Mateos y a su sobrino Zoilo Pazos.