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El supuesto violador del Tuenti dice que hubo sexo consentido
Pedro Jesús T. E., detenido en 2009 en Chiclana por atacar sexualmente a una menor, no niega la relación en el juicio
CÁDIZ. Actualizado: GuardarA puerta cerrada, para preservar la intimidad de la víctima, una chica que acaba de cumplir la mayoría de edad y que hace dos años se enfrentó supuestamente a la experiencia más dura de su vida. De esa manera se celebraba ayer el juicio que volvía a enfrentar a esa joven chiclanera con Pedro Jesús T. E., quien se dio a conocer en el año 2009 como el violador del Tuenti, porque fue en esa conocida red social donde captó a la chica que ayer lo sentó en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial. Tan solo ante la presencia del tribunal, el fiscal y sus respectivos abogados, víctima y violador, separados por un biombo, expusieron sus argumentos para inclinar la balanza a su favor. Apenas había más pruebas en liza. Ahora los magistrados deberán decidir entre el testimonio de ella o de él, como suele ocurrir en este tipo de delitos que se cometen en la intimidad, sin testigos.
Ambos coinciden en que el 2 de noviembre de 2009 hubo relaciones sexuales en un pinar de Chiclana, alejados de la mirada de curiosos. Pero el acusado asegura que fue un acto consentido por ambas partes; mientras que ella, que solo tenía 16 años por esas fechas, reprodujo entre lágrimas la secuencia de una violación.
La joven volvió a desgranar el mismo relato que expuso ante el juez de Instrucción hace dos años. Su historia comienza en octubre de 2009 cuando entabló amistad con un desconocido por el Tuenti. Según defendió ayer el fiscal en la vista oral, la chica le confió algunos secretos íntimos que Pedro Jesús T. E., que ahora tiene 34 años, utilizó supuestamente para chantajearla. Si no accedía a tener una cita con él, difundiría en la Red todo lo que le había contado en confianza. La joven, atemorizada, accedió a verle y fue esa ocasión la que aprovechó supuestamente el acusado para agredirla sexualmente. Tras recogerla en el instituto, la llevó en su coche a un pinar y allí, bajo amenazas, la violó.
Para reforzar sus argumentos incriminatorios, la acusación particular citó como testigos a tres profesores de la chica, a su madre y a una de las guardias civiles que trabajó en el caso. Los docentes reconocieron ante el juez que el rendimiento de su alumna se vio afectado por ese episodio.
La defensa dedicó sus esfuerzos en interrogar en profundidad a la víctima para tratar de sacar a la luz contradicciones en su relato. Saben que el relato de ella es la principal prueba de cargo. Para la acusación particular, la joven mantuvo el mismo relato que hace dos años. El único momento que se pudo ver a la víctima fue cuando salió de la vista oral hecha un mar de lágrimas.
Tanto Fiscalía como el letrado de la chica mantuvieron la misma petición de 10 años de cárcel para el acusado. La defensa no planteó ninguna modificación ni pena alternativa en el caso de no dictarse la absolución de su cliente tal y como volvieron a pedir ayer.