REFLEXIONES

Stoner, Márquez y Terol

Jerez Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Que sí, que España es el mayor productor de talentos del mundo de las motos, que Lorenzo tiene mentalidad y arrojo, que Pedrosa es rápido como pocos y domina los entresijos del box con la misma naturalidad con la que evita los focos de las cámaras y el carenado de los rivales, pero el campeón del Mundo de MotoGP es australiano y se llama Casey Stoner.

Aquí, en un país en el que la crisis de valores supera a la crisis económica que ha dejado el agujero inmobiliario (que ya es decir), cuesta reconocer los méritos de todo aquel que se suba a lo alto de un podio y no nos permita escuchar el himno que todos tarareamos pero no somos capaces de ponernos de acuerdo para apañarle una 'letrita' más o menos adecuada. Una pena.

Stoner tiene el don de los más grandes. No es el de Pedrosa ni el de Lorenzo. Se aproxima más a su compatriota Doohan o a Valentino Rossi (palabras mayores en esto de dar gas, frenar y adelantar en los sitios más inesperados). A Dani, mucho me temo, se le ha pasado el arroz para ser campeón de la categoría reina. Era su año. Tenía la mejor moto en el mejor equipo y una vez más ha quedado en evidencia que le falta ese gen competitivo que le aleje de la imagen de hijo ideal y le insufle la chispa mínima de 'bad boy' necesaria para dominar entre tanto líder natural suelto.

Stoner ha hecho doblete este año. Ha sabido cerrar el campeonato cómo y cuándo ha querido, y ha demostrado que su primer título en MotoGP, conduciendo una DucatiDesmosedici, vale triple. Que le pregunten a Rossi, por muy lesionado o desmotivado que haya estado.

Los españoles nos hemos acostumbrado a acumular éxitos acomodados en una perfecta labor de base, pero siempre tendemos a hinchar el potencial de nuestros pilotos. Hemos acumulado una hornada de talentos que se mueven entre el siete y el nueve, pero estamos en camino de alcanzar el diez. No será Terol, futuro campeón de 125 cc, pero sí Marc Márquez. Él no desaprovecha sus momentos.