Vecinos de La Restinga esperan para recoger cosas de sus casas. :: REUTERS
Sociedad

El magma emerge frente a la costa de El Hierro

El gobierno insular eleva el nivel de alerta y cierra el espacio aéreo y marítimo en torno a la zona afectada

MADRID. Actualizado: Guardar
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La alerta roja se mantienen en El Hierro mientras los medios dispuestos por el Gobierno central y autonómico se muestran impotentes para discernir el alcance de la erupción submarina que continúa escupiendo lava frente a la costa de la isla canaria. Los científicos destacados siguen dando palos de ciego y fiándose a la elucubración, a falta de medios que corroboren el alcance de la brecha abierta en el lecho marino. Ayer las autoridades confirmaron la aparición de magma incandescente en la superficie del mar y se pudo confirmar que la erupción, motivada por un volcán situado a 2,5 kilómetros de la costa, se encuentra ya a menos de 150 metros de profundidad, lo que evidencia la gravedad de la situación.

Esta obligó a cerrar el espacio aéreo de la zona y a vetar por completo el acceso a la ya desalojada población de La Restinga, que ayer vio ampliado un kilómetro su perímetro de evacuación. El director general de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, Juan Santana, anunció en la tarde de ayer la subida de un nivel más en la alerta volcánica, que ya está en fase de emergencia 1. La mayor presencia de magma estuvo acompañada de nuevos temblores sísmicos -más de 10.000 desde que comenzó el fenómeno volcánico- que vieron incrementada su intensidad.

«Ya no hay ninguna duda, no hace falta hacer más pruebas ni más especulaciones de si son solo gases o ha salido también lava, ahora sabemos que hay un volcán ahí debajo, a dos kilómetros y medio. Pero, a esa distancia de tierra y a esa profundidad, no reviste peligro», señaló el presidente del Cabildo, quien en días anteriores había criticado el exceso de celo mostrado por los ejecutivos insular y central. Pese al agravamiento de la crisis, las autoridades transmitieron ayer a la población un mensaje de tranquilidad, ya que, según dijeron, esta situación no implica mayor riesgo, dado que ya se adoptaron hace días las medidas preventivas necesarias.

Riesgo en el barco

El buque 'Profesor Ignacio Lozano', que ayer comenzó a realizar pruebas del agua en el área afectada fue retirado a puerto ante el temor de que la expulsión de magma pudiera significar un riesgo para los seis científicos de a bordo. Así las cosas, la magnitud de la erupción no podrá ser confirmada al menos hasta dentro de una semana, cuando llegué al archipiélago el buque 'Ramón Margalef', que dispone de un robot capaz de captar imágenes a una profundidad de hasta 2.000 metros de profundidad.

El vulcanólogo Juan Carlos Carracedo -uno de los dos científicos que a día de hoy siguen en activo del equipo que presenció la erupción del Teneguía de 1971 en la isla de La Palma- reconoció ayer a Efe que si los datos se confirman, indicarían que «la erupción se ha fijado» y que, en lugar de seguir progresando hacia la costa, está haciendo crecer «un pequeño islote volcánico» a 2.400 metros de la costa sur de El Hierro. En el supuesto que plantea esa profundidad inferior a 150 metros, explicó Carracedo, ahora es de esperar que se produzcan explosiones provocadas por los gases confinados en el magma e intensificadas por la vaporización súbita que sufre el agua al entrar en contacto con la lava incandescente. Es decir, añadió, una erupción 'surtseyana', como la que se produjo en 1963 en Islandia en la isla volcánica que le da nombre, Sursey. «Esas erupciones se caracterizan por que producen explosiones rítmicas y van formando un cono por interacción del magma con el agua», detalla este veterano científico.