Programa Rubalcaba

La aprobación del programa electoral socialista por parte de su Comité Federal quedó ayer sujeta a la eventualidad de que Rubalcaba vaya incorporando nuevas propuestas y compromisos durante las próximas semanas. La lectura del documento asumido por la dirección del PSOE permite concluir que su contenido persigue dos objetivos inmediatos: demostrar que la candidatura socialista cuenta con un programa frente a la calculada ambigüedad de la que haría gala la alternativa popular, y subrayar aspectos que distingan la oferta de Rubalcaba de la política que cabe esperar de Rajoy. Claro que en ese afán diferenciador respecto al PP la campaña socialista tiende también a distanciarse cada día más de la práctica desarrollada por el Gobierno Zapatero, especialmente a lo largo del último año y medio. Como el propio programa reconoce, «el proyecto socialdemócrata requiere una nueva legitimación basada en resultados». Las propuestas más novedosas que ayer Rubalcaba quiso defender como propias, como las orientadas a paliar el sobreendeudamiento de las familias, tienen el doble inconveniente de que no han demostrado su eficacia y de que tampoco ponen en buen lugar el bagaje de gobierno con el que el socialismo concurrirá a las urnas el 20-N.