COMERSE EL MARRÓN
Actualizado: GuardarNo me parece justo que el ex delegado Miguel Osuna tenga que comerse el marrón que dejó Rodríguez de Castro en la Zona Franca por el Caso Rilco. No voy a entrar en los entresijos del asunto, pero es injusto que encima el Tribunal de Cuentas le imponga una multa superior que a su antecesor en el cargo, que utilizó la tarjeta del Consorcio como si fuera Julie Robert en Pretty Woman. Con esto no quiero decir que Osuna esté exento de responsabilidad y que quizás debería haber dado antes la voz de alarma sobre el entramado Rilco, tal vez no estuvo bien asesorado, pero de lo que estoy segura es de que no se puede medir la responsabilidad de ambos ex delegados por el mismo rasero. A Rodríguez de Castro se le veía el plumero nada más llegar al Consorcio, con unos aires de grandeza impropios de un delegado de Zona Franca. Recuerdo la última vez que vino a declarar a los juzgados, con chófer privado y vehículo de lujo. Le ha tenido que afectar mucho la crisis para ahora demandar abogado de oficio.
Si los recortes de personal que está imponiendo el SAS en los hospitales de la provincia los aplicara una empresa privada del colectivo sanitario a los sindicatos le hubiera faltado tiempo para echarse a la calle a protestar. Si lo hicieron por el recorte de unas faldas, no quiero pensar si la tijera afectara al personal. Por eso resulta tan curioso el silencio sepulcral de los que dicen defienden a los trabajadores en los centros públicos del SAS. Únicamente Autonomía Obrera en Cádiz se atreve de vez en cuando a levantar la cabeza, pero ya se sabe que los sindicatos mayoritarios son los que mandan y esos parecen estar más entretenidos en ver quienes ocupan las plazas de liberados que de lo que está ocurriendo en sus propias narices. Esta semana el wikiliki echa humo. Dos horas y media es la media que un ciudadano tarda en que le toque su número en cita previa de Consultas Externas en Puerto Real. Y la mayoría de las veces, después de esperar ese tiempo, te dicen que la agenda está cerrada, así lo han dejado constar más de un usuario en las hojas de reclamaciones que cada día se presentan por este motivo, una media de seis a ocho. La cuestión es que donde antes había cuatro administrativos, ahora sólo hay uno. En Cádiz, cuentan los afectados que la cosa sigue igual. A las personas que no les llegó el contrato por Bolsa Única y además, no les corresponde por puntuación, se le está haciendo contrato de 3 días (lunes a miércoles) y 2 días (jueves y viernes). Los fines de semana, días libres y descansos no se cobra puesto que no hay contrato. Esto en mi tierra se llama contrato basura y, en sanidad, no está bonito. Por cierto, el SAS prometió ampliar el personal de admisión de Urgencias para evitar esperas y así lo ha hecho. El viernes dieron dos contratos: al 50%, los 'afortunados' trabajan un día sí y otro no, con horario de noche, entran a las diez de la noche y salen a las dos de la madrugada. Pedazo de refuerzo y pedazo de contrato.
Concejal anticrisis
Si en las Administraciones todo el mundo se concienciara de la crisis sería posible ahorrar. A Antonio Reyes, edil sanluqueño perteneciente al partido Ciudadanos Independientes por Sanlúcar (gobierna en coalición con el PSOE) le llaman el concejal anticrisis, ya que para no gastar papel y dar a conocer las actividades de su pueblo, utiliza el sistema del correo electrónico masivo con lo que la información llega sin demasiado coste para las arcas y con la promoción garantizada. Un ejemplo a seguir.