El Hierro espera el buque que muestre la erupción
Se trata del 'Ramón Margalef', que ha costado más de 18 millones de euros y «debutará» en una misión
EL HIERRO. Actualizado: GuardarLos científicos que estudian la erupción submarina en El Hierro aguardan la colaboración de los buques 'Profesor Ignacio Lozano' y, sobre todo, 'Ramón Margalef', para aproximarse más a lo que está ocurriendo bajo las aguas de la 'isla del meridiano'. En una jornada en la que la incertidumbre continuó siendo el sentimiento predominante entre la ciudadanía -la tercera desde el desalojo de la población de La Restinga- el 'Ignacio Lozano' atracó ayer por la tarde en el puerto de La Estaca. El 'Ramón Margalef', el único de los dos equipado con robot submarino, no saldrá de Vigo hasta el lunes, por lo que no será hasta siete días después, en el mejor de los casos, cuando llegue al archipiélago, según las previsiones del Gobierno.
Habrán pasado entonces casi dos semanas desde la evacuación cuando el 'Margalef', del Instituto Español de Oceanografía (IEO), pueda aportar imágenes en tres dimensiones del fenómeno. El barco, que supuso al Ministerio de Ciencia e Innovación, que dirige Cristina Garmendia, un gasto de más de 18 millones de euros, tiene 46 metros de eslora y está equipado con las últimas tecnologías disponibles, lo que le permite grabar incluso a más de 2.000 metros de profundidad.
La misión en aguas herreñas significará además el estreno del buque, botado el pasado febrero, lo que confiere cierto «vértigo» a la operación, como reconoció ayer el jefe de Equipamiento del IEO, José Ignacio Díaz, en declaraciones a Efe. Ello no impidió a Garmendia asegurar que el barco permanecerá en la isla «el tiempo que sea necesario». Una vez en El Hierro, el 'Ramón Margalef' -que toma su nombre del científico catalán, uno de los padres de la ecología moderna y la «joya de la corona» de su equipamiento, el robot Liropus 2000, cuyo coste ascendió a cerca de 1,5 millones de euros-, observarán y tomarán muestras del ecosistema de la zona.
Análisis del agua
Es precisamente el sofisticado equipamiento del buque el que limita la tripulación a apenas una docena de personas, amén de los 11 investigadores y técnicos que desarrollarán la misión, y el que permitirá conocer con cierta exactitud las afecciones que han sufrido los fondos marinos de La Restinga, atractivo turístico y científico de primer orden para buceadores y expertos de todo el mundo. Para ello, y en los dos días que aún restan hasta su partida desde Vigo, se acelerará la puesta a punto de la maquinaria, especialmente la del Liropus 2000, que solo será sumergido en la zona afectada en condiciones que no impliquen riesgos para el artefacto.
Hasta entonces será el 'Profesor Ignacio Lozano', propiedad del Instituto Canario de Ciencias Marinas (ICCM), el que, de algún modo, hará de avanzadilla del 'Margalef', toda vez que a la llegada de este último habrá analizado ya el agua del mar y determinado su estado. De hecho hará hoy una primera aproximación a la zona bajo la que, presumiblemente, está la fisura de la que emerge el magma, la misma que ha generado la gran mancha verde que puede verse desde casi cualquier zona despejada del sur de la isla.
Este buque tiene 26 metros de eslora y, tal como aseguró el coordinador del equipo de investigación, Carlos Barrera, su equipamiento no difiere en demasía del buque del IEO, más allá, eso sí, de que no cuenta con robot submarino. A bordo del barco del ICCM irán seis científicos de la Plataforma Oceanográfica de Canarias, del Oceanográfico español, del Instituto Geográfico Nacional, del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables de Tenerife y del mismo Instituto Canario de Ciencias Marinas.
Científicos del Instituto Geográfico Nacional y el CSIC aseguraron ayer que el proceso eruptivo submarino continúa «estable» dada la evolución que ha experimentado la señal de tremor durante las últimas 24 horas. «En dicho periodo se ha mantenido una baja actividad sísmica, dispersa en el entorno de la dorsal suroeste, y continúa la misma tendencia en la deformación del terreno», explicaron en un comunicado. Pese a todo, los científicos no descartaron que los seísmos que se vienen registrando puedan crecer en intensidad hasta alcanzar una fuerza de 4 grados en la escala Ritcher.
Respecto a la evolución de la mancha aparecida desde el pasado miércoles en el mar, los científicos aseguraron que está menos definida su cabecera y más grande su extensión, debido a las corrientes marinas. Ayer se pudo apreciar por primera vez cetáceos junto a ella, lo que apunta una situación más normalizada.