Opinion

¿La fiesta nacional?

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Ahora lamamos al 12 de octubre la Fiesta Nacional. Yo siempre había creído que tal fiesta en España era la del noble arte de Cúchares, o sea, los toros, pero veo que desde hace algún tiempo nos la han cambiado. Puede que para simbolizar la simbiosis entre España y el toreo, pero no creo que ahora ande el patio para tales identificaciones. Puede que por esto de la fiesta nacional y de lo que siempre me ha sugerido tal concepto, me decidiera el pasado 12 de octubre ir a Ronda, la bella localidad malagueña impregnada de torería y de recuerdos taurinos. Impresiona de verdad visitar la pétrea plaza rondeña y sus museos interiores, significativamente el de monturas y demás objetos relacionados con el caballo que pertenecieron a la Casa de Montpensier (perdonen los entendidos el lenguaje poco versado, pero respetuoso) Allí recordé una instantánea publicada hace unos meses, en pleno arreón nacionalista contra los toros, por el ABC: Nada menos que Don José Ortega y Gasset lidiando una vaquilla en una finca, chaqueta quitada y bombín en la cabeza. No tiene desperdicio. Pero, con todo mi amor y pasión por los toros, creo que lo que queremos o pretendemos celebrar el 12 de octubre es otra cosa. La antigua y en desuso denominación de día de la Hispanidad suena mucho mejor, y no sólo suena, sino que responde y entronca con la verdadera dimensión histórica de tal fecha. Pero es evidente que la temperatura patriótica española, bajo mínimos en un lento y gradual proceso al que todos han contribuido, no está ahora para historias de esas. Y mucho menos para denominaciones que ahora harían tronar a los ignorantes de siempre, como es la de día de la raza, un concepto que muchos tildarían de xenófobo cuando se refiere a cuestiones bien distintas. En definitiva, y para abreviar, nosotros celebramos una fiesta nacional en una nación que esconde su patriotismo y se avergüenza muchas veces de sus símbolos nacionales. Y celebrándola nos olvidamos de la dimensión histórica y universal que tuvo la fecha del 12 de octubre. Y con ella ignoramos completamente el componente de ultramar, hispanoamericano, que tiene tal fecha (lo Latinoamericano es un invento franchute del XIX para fastidiar a España, que lo sepan). Con lo cual, yo, realmente, no se que coño (con perdón) estamos oficialmente celebrando ahora cada 12 de octubre. Mejor quedarnos por ahora, y siempre, con la Virgen del Pilar, que Ella si que no falla. Aunque esto tampoco esté de moda.