España retira esta semana los cazas de Libia
Defensa afirma que ya no hay amenaza aérea, aunque mantendrá un pequeño contingente de apoyo a la misión
MADRID. Actualizado: GuardarLa evolución de la situación en Libia, donde la amenaza de que el régimen de Gadafi vuelva a bombardear a su población ha desaparecido «casi por completo», ha llevado al Ministerio de Defensa a anunciar la retirada de los aviones de combate presentes en la misión internacional. Los cuatro cazas F-18 desplegados hace siete meses regresarán esta semana a casa, después de que hayan contribuido a aplicar la zona de exclusión aérea. La retirada ha sido coordinada con la OTAN, que ha agradecido la contribución española. No obstante, el ministerio mantiene en la operación el resto de medios aéreos y navales, que suponen unos 300 efectivos.
El regreso de los cazabombarderos, que previsiblemente llegará a casa el próximo sábado, coincide con el avance terrestre de los rebeldes libios y la inminente caída de Sirte, el último fortín gadafista al norte del país. El temor, por lo tanto, a que las tropas del régimen empleen aviones de combate para defenderse o atacar a la población civil se ha mitigado, por lo que el riesgo de un bombardeo o al uso de baterías antiaéreas es prácticamente nulo, según fuentes militares.
«Primavera árabe»
«La evolución positiva de la situación nos hace tener más cerca la primavera árabe», justificó la ministra de Defensa, Carme Chacón, después de mantener una conversación por videoconferencia con los mandos de la misión 'protector unificado'. «Esa necesidad de derechos, libertades y reformas está más cerca que nunca y confío en pasar a una segunda fase liderada por la ONU y controlada por el pueblo libio», añadió Chacón.
La ministra no se refirió a la posibilidad de que esta «segunda fase» sea una misión terrestre de interposición de la paz liderada por los 'cascos azules' de Naciones Unidas, como apuntan algunos especialistas.
En el caso de los F-18, Chacón señaló que, pese a su regreso, «quedarán alistados en territorio nacional por si se volvieran a necesitar» y recordó que España sigue trabajando con medios aéreos -dos aviones de reabastecimiento en vuelo- y marítimos -una fragata y un avión de patrulla marítima- para aplicar el embargo de armas. Sin embargo, ya no estará el submarino 'Tramontana', que regresó en mayo a la base de Cartagena y que no formará parte de nuevos relevos. En total, se mantendrán en la misión 230 infantes de marina y 70 miembros del Ejército del Aire.
Desde Bruselas, la OTAN confirmó ayer que España había coordinado previamente con la Alianza la retirada de los cazas, un gesto que «agradece» por los ajustes operativos que conllevan esta decisión. De la misma forma, mostró su respeto a que los aliados decidan los medios con los que quieren contribuir a partir de ahora, después de que la amenaza aérea «haya desaparecido casi por completo». Por último, reconoció que la misión cuenta con aviones suficientes (200 aparatos) para mantener la zona de exclusión aérea en Libia.