Vecinos y periodistas frente al domicilio del abuelo de los pequeños desaparecidos, registrado anoche por la policía. :: SALAS. EFE
ANDALUCÍA

La policía no descarta ahora que los niños de Córdoba estén vivos

Suspenden la búsqueda en el Guadalquivir y trasladan la investigación al domicilio del abuelo en un barrio de la capital

CÓRDOBA. Actualizado: Guardar
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Todas las posibilidades están abiertas, pero sigue sin haber ni pistas ni rastro de Ruth y José Bretón, los hermanos de 6 y 2 años que el sábado por la tarde desaparecieron supuestamente en el parque Cruz Conde de Córdoba. «No se descarta nada» en cuanto a las líneas de investigación, dijo ayer el delegado del Gobierno en Andalucía, Luis García Garrido. Tampoco que los pequeños «aparezcan con vida». Ninguna cosa más adelantó Garrido sobre la marcha de las pesquisas apelando a la «discreción» necesaria para que la Policía pueda «trabajar con seriedad y rigor». Tampoco quiso ni desmentir ni confirmar que se haya practicado alguna detención.

Lo que sí ha trascendido es que ayer la Policía Nacional suspendió la búsqueda de los niños en el Guadalquivir, muy próximo al lugar donde, según la denuncia del padre, desaparecieron. Efectivos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) rastrearon el río en una zodiac en el tramo que va desde la capital cordobesa y la barriada de Alcolea. En el operativo también participaron un helicóptero, perros adiestrados en la búsqueda de personas y agentes de la Policía Científica de Sevilla. Todo estuvo coordinado por el comisario Manuel Piedrabuena, que también había intervenido en la investigación sobre Marta del Castillo. Pero el intenso operativo no deparó frutos.

Así, cuatro días después de que se perdiese el rastro de los pequeños todas las hipótesis siguen abiertas. En este tiempo varias han sido las líneas de investigación seguidas, pero ninguna ha logrado resultados. Según el testimonio del padre, los niños desaparecieron cuando estaban con él en el parque Cruz Conde, una superficie arbolada de 14 hectáreas en plena ciudad. Aunque residen habitualmente en Huelva con su madre, pasaban un par de días con su progenitor en Córdoba -hacía un par de semanas que estaban en trámites de separación-, donde también viven los abuelos paternos.

De hecho, una de las primeras hipótesis se centró en la casa de los abuelos. Primero, en restos biológicos quemados en la finca aneja, que resultaron no ser humanos. Luego, rastreando toda la propiedad en busca de los cadáveres de Ruth y José. Pero tampoco apareció rastro alguno. Todo parecía indicar que el padre de los niños podría tener algo que ver en su desaparición ya que, según las primeras investigaciones, ninguna de las personas que se encontraban en el parque el sábado por la tarde recordaba haberle visto. El dato era llamativo porque lo razonable es que alguien que acaba de perder a dos hijos se mostrase nervioso y preguntase a los presentes si los habían visto.

Los investigadores mantienen la vigilancia sobre el entorno de los niños. Ayer, media docena de agentes de la Policía Científica acudieron al domicilio urbano del abuelo paterno, en el barrio de la Viñuela -y diferente al registrado anteriormente en el Polígono de las Quemadillas- en busca de indicios sobre el paradero de los menores. El registro, en el que también estuvo presente el padre de los niños, acabó sobre las nueve de la noche, hora en la que dos coches camuflados de la policía abandonaron el recinto.