IMPRUDENTE

Algún veterano recordará aquella broma siniestra del viejo 'caso Naseiro' (un añejo escándalo de corruptelas políticas que el tiempo y las nuevas hazañas 'sobrecogedoras' han dejado chico, como de juguete), cuando uno de los implicados decía: «Uno es esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios». La broma estaba en que esa frase quedó grabada en los aparatos de escucha de la Policía, de manera que uno es esclavo de sus palabras incluso cuando blasona de ser dueño de sus silencios. Bien: el episodio me ha venido a la cabeza al conocer el rifirrafe entre la periodista de TVE Ana Pastor ('59 segundos') y el secretario de presidencia de las Cortes valencianas, un muchacho que se llama Ángel Mínguez. Ocurrió que el muchacho Mínguez, habitual de twitter, se permitió bromear sobre el futuro profesional de Ana Pastor después de las próximas elecciones y auguraba que los destinos de la periodista pasarían por Canal Sur, que va a ser la única autonómica que quede en manos socialistas. Ana Pastor, muy digna ella, contestó airada: «¿Qué quieres decir? ¿Manejas buena información?». Y después añadió: «Me sorprende que teniendo responsabilidad en tu partido hagas ciertos comentarios...». Es verdad que el amigo Mínguez ha perdido una excelente oportunidad para callarse. Es lo que tiene twitter: todo el mundo anda como loco con esa red, pero la cantidad de comentarios dignos de atención se computa por debajo del 0,001%. Cuando cada cual dice lo primero que se le pasa por la cabeza, lo normal es que nada de lo dicho valga la pena. En cuanto a Ana Pastor, que ciertamente debe de ver su futuro con preocupación, es de esos periodistas que ante todo buscan salvar su imagen de independencia, sin poder evitar la impresión de que, efectivamente, son independientes. de izquierdas. Lo que vaya a pasar en TVE después de las elecciones del 20-N es, sí, una incógnita. Pero, conociendo al PP, no sería extraño que hiciera a Ana Pastor directora de algo en la Pública; para que no les acusen de ser de derechas. Entonces sí será interesante leer al amigo Mínguez en twitter.