Un grupo de jóvenes destroza el módulo de aseos de La Cachucha

No sé sabe cuál fue la motivación o la razón que empujó a un grupo de jóvenes a forzar la entrada del módulo de aseos de la playa de la Cachucha y a destrozar las habitaciones que componen este módulo de servicios. Unos daños que el Ayuntamiento de Puerto Real valoró ayer en más de 3.000 euros que saldrán directamente de las ya de por sí resentidas arcas municipales. Según informó ayer el Ayuntamiento en un comunicado el altercado se produjo durante el pasado fin de semana, concretamente en la noche del viernes. Los agentes de la Policía Nacional recibieron el aviso de que un grupo de jóvenes estaban forzando el módulo de la playa de La Cachucha. Cuando las policías Local y la Nacional llegaron no encontraron a nadie en el interior, pero pudieron comprobar que la puerta estaba forzada y las habitaciones destrozadas. Los agentes lograron identificar a varios jóvenes que se encontraban en los alrededores como los presuntos autores de los destrozos.

El concejal de Playas, Javier Saldaña, lamentó ayer esta situación porque la función de este módulo no se limita sólo a los meses de verano. «Además de prestar servicio durante los meses estivales a los usuarios de la playa La Cachucha, durante el resto del año es utilizado en diferentes eventos municipales y por parte de entidades puertorrealeñas» explicó, lo que su inutilización perjudica a un mayor número de habitantes. A esto se suma el hecho de que en el interior del módulo «hay elementos como taquillas, grifos o espejos, entre otros que son susceptibles de ser sustraídos ahora que la puerta está forzada, por lo que es necesario repararla pronto, con la consiguiente carga económica para las arcas municipales», apuntó.

Éste no fue el único incidente que se ha producido durante estos días. En la noche del lunes, se produjo un nuevo altercado en la calle Real esquina con la calle La Caña, donde resultó dañado el Centro de Servicios Sociales de las 512 viviendas, las puertas de acceso y el cuadro eléctrico que se encuentra en la fachada.

Desde el gobierno municipal incidieron en el hecho de que cuando se cometen actos vandálicos contra el mobiliario público, se atenta contra el patrimonio de todos los puertorrealeños, y supone un gasto que podría emplearse en otras actuaciones. Por este motivo destacaron la colaboración ciudadana, tanto en la prevención en la comisión de estas «gamberradas» como en la posterior denuncia, cooperando así con las fuerzas de seguridad en la puesta a disposición de la Policía del infractor o infractores.