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El Gobierno rechaza hablar con la izquierda abertzale sobre ETA
El Ejecutivo ignora la 'Conferencia Internacional sobre Euskal Herria' presentada ayer en San Sebastián
MADRID. Actualizado: GuardarEl Ejecutivo no se sentará ni con la izquierda abertzale ni con mediadores internacionales para hablar de ETA, aunque sea sobre su fin. El Gobierno ya ha decidido ignorar por completo la Conferencia Internacional para Promover la Resolución del Conflicto en Euskal Herria que se celebrará el próximo lunes en San Sebastián bajo el auspicio de cinco organizaciones extranjeras. El Ejecutivo considera que este cónclave, presentado ayer en la capital donostiarra, está promovido por sectores de la izquierda abertzale con el único propósito de «forzar una supervisión internacional» del proceso del fin de la organización, una de las condiciones exigidas por la banda terrorista y que el Gobierno rechaza de plano.
La cumbre internacional, que se celebrará en la Casa de la Paz de San Sebastián, fue presentada ayer por Paul Ríos, coordinador de Lokarri, Pierre Hazan; miembro del llamado Grupo Internacional de Contacto, y Jonathan Powell, exjefe del gabinete del exprimer ministro británico Tony Blair. El encuentro está patrocinado por cinco organizaciones internacionales especialistas en mediación -el Grupo Internacional de Contacto, Berghof Foundation, Concilition Resorucers, The Desmond and Leah Tutu Legacy Foundation y NOREF- y tiene como objetivo, según sus propios promotores, dar un nuevo impulso para conseguir el final de ETA y de normalización política en el País Vasco. Responsables del Ejecutivo recordaron que la celebración de una reunión con «idénticas características» a la anunciada es una aspiración histórica de ETA y de Batasuna, y que en documentos incautados a la banda durante los dos últimos años ya se apostaba por un cónclave internacional dentro de la hoja de ruta de la tregua.
Estas mismas fuentes, que aseguraron que desde hace semanas esperaban la convocatoria de un acto de estas características, explicaron que el encuentro es un paso más en la estrategia que se han marcado los firmantes del Acuerdo de Gernika, en un intento de crear paralelismos con el proceso irlandés y, sobre todo, para remarcar el carácter de «conflicto» entre dos partes de un problema que el Estado considera exclusivamente como un «delito de terrorismo», frente al que solo cabe aplicar el Código Penal y la ley penitenciaria.
Según detallaron los responsables de la lucha antiterrorista, existe un acuerdo entre socialistas y populares, quienes también rechazan de plano estar presentes en la conferencia, para que tanto el actual Gobierno, como el saliente de las urnas el 20-N, no reconozca en ningún momento intermediación externa alguna entre el Estado y la banda terrorista.
El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, fue tajante: el Gobierno no estará en el encuentro de San Sebastián porque esa reunión es parte de una «escenografía» de los abertzales, a la que el Ejecutivo no da mayor «importancia». Jáuregui recalcó que el «Ejecutivo es «completamente ajeno» a la cumbre de san Sebastián.
Matices
El Gobierno de Vitoria introdujo matices al discurso de Madrid. El lehendakari también se demarcó de esta convocatoria, aunque dijo valorar el gesto de los promotores. «Nosotros respetamos que haya quien quiera ayudar en el avance de la libertad y de la paz en Euskadi, pero no nos hemos comprometido con nadie porque estamos convencidos de que quien más va a ayudar y a empujar y va a conseguir eso es la sociedad vasca», apuntó Patxi López.
El PNV sí que mostró su apoyo público a esta iniciativa. Para el portavoz nacionalista en el Congreso, Josu Erkoreka, el encuentro es un «hito muy relevante en el proceso de consecución de la paz» y marcará «un antes y un después en ese proceso hacia la meta final de la paz definitiva».
La izquierda abertzale, por supuesto, aplaudió con fervor la convocatoria. En un comunicado, el colectivo independentista calificó de «gran paso» que permitirá «avanzar en el proceso de soluciones integrales y compartidas del conflicto político y armado».