Paul McCartney y Nancy Shevell salen sonrientes y entre pétalos de flores tras contraer matrimonio en el Ayuntamiento de Londres. Kerim Okten/Efe
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El tercer sí de Paul

Un anillo de 488.000 euros, una canción inédita del ex Beatle para el enlace, un menú vegetariano... McCartney y la millonaria Nancy Shevell ya son marido y mujer

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No hay dos sin tres. Aunque la primera tuviera un dramático desenlace y la segunda acabara de manera catastróficamente... ruinosa. Ni la trágica muerte de su primera mujer, Linda Eastman -fallecida de cáncer en 1998-, ni que la segunda, Heather Mills, le costará en 2008 el divorcio más caro de la historia (un 'pellizco de 31 millones de euros) le han quitado a Paul McCartney ni un ápice de ilusión por volver a repetir aquello de «sí, quiero». O quizás «sí, consiento», la formula a la española para el matrimonio civil.

Lo que sí parece claro es que Paul McCartney ha aprendido la lección. Su desde ayer esposa es la heredera de un millonario magnate del transporte estadounidense. El ex Beatle seguramente no quiera un 'caso Mills II'... Chascarrillos (y cláusulas matrimoniales) aparte, McCartney (69 años) y Nancy Shevell (51) son ya marido y mujer. Tras jugar un rato al gato y al ratón con los centenares de fans, fotógrafos y curiosos que se apostaban a las puertas de casa de 'Macca', la pareja culminó ayer el enlace en el Registro Civil del Ayuntamiento de Londres.

La boda no estuvo exenta de las excentricidades que suelen acompañar a los saraos de los famosos. Paul acabó de embelesar a su prometida con un anillo de diamantes valorado en 420.000 libras (488.000 euros). El ex Beatle compuso una canción expresamente para entonársela a Nancy durante la ceremonia (y de paso hacer caja luego con las ventas). El sábado, Paul encargó que le mandaran a su casa una nevera repleta de champán. Para ir abriendo boca... Y el menú del banquete, celebrado en el patio trasero de la mansión de McCartney, estuvo formado por tres platos de comida orgánica vegetariana, una tarta de chocolate y otra compatible con la dieta vegana (ambas de la prestigiosa pastelería Posh Puds). Ni langostinos a la plancha hubo, oiga...

Paul y Nancy, ya marido y mujer, abandonaron el Ayuntamiento de Londres en medio de una nube de pétalos blancos. Entre los invitados (apenas 30 a la ceremonia y 100 al convite) había rostros tan conocidos como el de Ringo Starr. McCartney, siempre amigo del misticismo y de las fechas simbólicas, seguro que no escogió al azar la fecha y el lugar para su tercera boda. Fue en el mismo sitio en el que se casó con Linda Eastman, su gran amor, y justo el día en el que John Lennon hubiera cumplido 71 años. Otro guiño para su 'amigo'...