La Isla ya no es ciudad dormitorio
Desde 2007 San Fernando ha perdido 833 vecinos que han preferido marcharse a otra ciudad para fijar su residencia permanente
Actualizado: GuardarSan Fernando pretende cambiar su modelo de ciudad. Muchos son los que han criticado su posicionamiento como ciudad dormitorio de la Bahía, pues al no contar con industria, ni turismo ni atractivo de ocio, era utilizada como ciudad para dormir mientras que la vida se hacía en otro municipio. Pues hasta esa condición se ha perdido, al menos según los datos que se pueden extraer del Instituto de Estadísticas de Andalucía que hacen referencia a los cambios migratorios de las ciudades de la región.
Según los datos que se extraen de 2011 fueron 1.516 los isleños que se marcharon para fijar su hogar en otro sitio pero del resto de Andalucía llegaron 1.337 personas. Lo que quiere decir que la ciudad perdió casi 180 habitantes. El problema es que esta tendencia se lleva repitiendo desde el año 2007, curiosamente cuando comenzó la crisis económica. Fue 2006 el último año en el que se instalaron más personas en San Fernando de las que se fueron. Al municipio llegaron 2.145 personas y pusieron rumbo a otro lugar 1.633. Es decir, que se ganaron 512 habitantes. A partir de entonces todo ha sido caer en picado poco a poco. Una pequeña sangría que impide que se llegue a los 100.000 habitantes, un hecho que tiene mucha más relevancia que el simple redondeo de una cifra. El tener oficialmente ese número de ciudadanos permite ser considerado por las administraciones como una gran ciudad y por tanto se gana en cuanto a ayudas y subvenciones, por lo que se contaría con más dinero para poder invertir en el desarrollo de La Isla. Por supuesto también existe la otra cara de la moneda, ya que se tienen que garantizar una serie de servicios y mejoras a los isleños.
En total, desde 2007 San Fernando ha perdido a 833 residentes que han preferido marcharse a otra ciudad para fijar su residencia. En total ha perdido 6.224 ciudadanos por los 5.391 que ha ganado a lo largo de estos años. Consciente de que necesita virar su rumbo, San Fernando se agarró al Bicentenario de Las Cortes para colocar los pilares que le permitiera girar su modelo de ciudad, una vez que las instalaciones militares dejaron de ser rentables (sobre todo tras la supresión del servicio obligatorio).
Sin embargo, la efeméride tan solo ha servido para dar un pequeño paso. Es cierto que se tiene ya una estructura prefijada de lo que puede ser La Isla, pero aún falta ejecutar la obra y eso va requerir de años de esfuerzo. El nuevo destino en el que se ha fijado el municipio es el turismo, pero precisamente aquello que permitió su supervivencia se ha convertido en un lastre que frena su desarrollo. El suelo en desuso de Defensa son las grandes bolsas de suelo que tiene La Isla para crecer y hasta que no consiga los terrenos será poco probable que se dé ese vuelco al timón. Fadricas o Camposoto son los ejemplos que mejor ilustran la nueva oportunidad a la que se puede enfrentar la ciudad.
Claro que no hay que olvidar que se debe mejorar en otros aspecto y aprovechar la figura de Camarón con la creación de equipamientos atractivos para el turismo, explotar de forma adecuada y finalizar lo relativo a Las Cortes, crear una infraestructura de playa que genere interés del foráneo y lugares para la creación y generación de industria de fácil acceso, con buenas comunicaciones y precios en los que se fijen los empresarios.