De azul y blanco recibe Jerez al Patrón
Monumentos, tiendas, exposiciones, pasacalles, títeres, puertas abiertas, conciertos y gastronomía sumaron sus esfuerzos a la iniciativa municipal La cultura y el comercio tiñieron la víspera de los colores de la ciudad
Actualizado: GuardarUna banda y una carroza con el escudo de la ciudad fue un pasacalles. Pero no hacía falta más si, muy cerquita, había, además, un puñado de propuestas comerciales presentadas de modo diferente en calle Larga, si más adelante encontrábamos a un venenciador que nos invitaba a una copa o si nos sorprendía una exposición a la que no se nos hubiera ocurrido acudir salvo en semejante marco general. La clave estaba en la adición de pequeñeces redundantes en un ambiente festivo que permeaba paulatinamente por las calles del centro.
Todo el que pudo sumó sus esfuerzos a la iniciativa del Ayuntamiento que se propuso que la ciudad vibrara con su patrón, San Dionisio, más de lo que lo venía haciendo desde hace décadas. Más allá del traslado del Pendón y los Premios Ciudad de Jerez, ingredientes habituales, la Noche Azul y Blanca, como se bautizó el conjunto de actividades culturales y comerciales previstas, llevó a los ciudadanos a cruzar el umbral de la medianoche en la calle y saludar el festivo 9 de octubre en medio de un gran ambiente en el centro.
Pero fue mucho más que una noche y, desde que por la mañana apareció la fuente de la Rotonda de los Casinos lanzando por sus surtidores agua azul, todo fue adquiriendo paulatinamente el tono pretendido. A primera hora de la tarde, comenzó a multiplicarse la actividad ofreciendo en simultáneo rutas visitables al arte civil y religioso, el montaje de la treintena de stands comerciales en calle Larga, la bajada del primer pasacalles por la Porvera o los preparativos en la plaza de la Asunción para exponer el Pendón y para un concierto.
Los bares llenos, los venenciadores de Lustau o González Byass en sendas plazas céntricas, exposiciones en Damajuana, de diversos pintores de Jerez en Los Cisnes, 'Las mil caras del Brandy' con cócteles por gentileza del Consejo Regulador, paseos en coches de caballos, rutas panorámicas, teatro en la calle, títeres, flamenco en plaza Peones o en la Porvera... Todo parecía impropio de una ciudad con una siempre cortita oferta de ocio. Pero la fórmula había funcionado y el éxito ya era palpable desde bien temprano.
La muchedumbre en la calle en torno a cualquiera de las propuestas, aunque solo fuera admirando el agua azul de una fuente siempre rodeada de niños boquiabiertos, corroboró el acierto de la Noche Azul y Blanca. Y Antonio Real, delegado de Turismo, Cultura y Fiestas, no podía ocultar su satisfacción por cuanto diversas pequeñas aportaciones desde distintos ámbitos habían conseguido para la víspera del día de San Dionisio. «Lo agradecemos a los comerciantes, a Acoje y a Asunico, porque la idea se está cumpliendo», señalaba asegurando que «ya estamos tomando nota para el año que viene».
Antonio Montero, el concejal de Promoción de Eventos Culturales y Festivos, llamaba a la prudencia a la hora de realizar un balance que, como también señalaba Real, se realizará la semana próximo, aunque aseveró que «la primera apreciación ha sido interesante».