El control de acceso al centro estará en marcha a final de mes

Las cámaras que controlarán el acceso de vehículos al casco histórico comenzarán a funcionar a finales de octubre. El sistema, controlado por la Policía Local, estará en periodo de pruebas hasta el uno de enero. A partir de este momento los infractores comenzarán a recibir las multas económicas por entrar en zonas peatonales o no autorizadas.

Las cámaras fueron instaladas durante el pasado mes de enero en varios puntos estratégicos como la confluencia de la calle Ganado con Larga o de Santa Lucía con la plaza de España. Se trata de una medida disuasoria para reducir el tráfico en el centro. A partir de final de mes solo podrán acceder los residentes, los servicios públicos y los vehículos que se dirijan a un parking. El concejal de Comercio, Raúl Capdevila, recordó que la mátricula será captada por la cámara y enviada mediante un sistema informático a la Jefatura de Policía Local, que controlará qué coches tienen permiso para acceder y cuáles son los que han entrado para estacionar en uno de los aparcamientos del centro. El responsable municipal, que ha tomado ahora las riendas de la última fase de Urbanismo Comercial -el proyecto que ha cambiado la fisonomía del centro con varias peatonalizaciones- señaló que el objetivo es reducir la intensa afluencia de tráfico en una zona complicada como el centro y favorecer el uso del transporte público.

Así las cosas, el edil popular explicó que durante noviembre y diciembre, los conductores que incumplan la norma recibirán en sus hogares una notificación de la Policía en la que se les informará sobre su falta y sobre las nuevas normas a seguir para circular por el centro.

No obstante, a pesar de que el deseo en primera instancia es avisar, los infractores que reincidan, es decir, que hagan caso omiso de las advertencias policiales, sí serán sancionados como si el sistema hubiera entrado en vigor.