NO EXISTEN VARITAS MÁGICAS

Cada vez leemos más titulares en la prensa deportiva de este mismo tipo: «Nos faltó garra», «Tenemos que ser más competitivos», «Nos fuimos del partido, faltó concentración». Estas afirmaciones no hacen referencia a aspectos técnicos, tácticos o físicos, sino a aspectos psicológicos. En concreto, a la preparación mental.

El entrenamiento mental debe ser una parte más de la preparación de los futbolistas. Pero, ¿qué se entrena? Aspectos como motivación, seguridad y confianza, control de emociones, atención y concentración, toma de decisiones y estrategias para trabajar en equipo.

Al integrar estos aspectos en el plan de entrenamiento ayudamos a los futbolistas a desarrollar las cualidades psicológicas que favorecen su ejecución técnica-táctica. Habilidades psicológicas básicas que están presentes en el terreno de juego y se pueden corregir para lograr un mejor rendimiento.

Trabajando de esta forma, los resultados son más controlables.

Si un jugador solo se prepara un mes físicamente, difícilmente podrá rendir al máximo. ¿Por qué la psicología deportiva va a ser diferente? No se le puede exigir que controle su ansiedad y su miedo cuando se le atiende dos días antes del partido. El futbolista también necesita preparación mental, y esto requiere tiempo y el profesional adecuado, que solo puede ser un psicólogo del deporte.

Únicamente queda que los dirigentes deportivos entiendan que la labor de cualquier profesional no es poseer 'varitas mágicas': no es una labor de días sino un trabajo continuado, desde las bases hasta la categoría profesional. Necesidades diferentes que iremos detallando en próximos artículos.