MUNDO

Sirte se resiste a caer en manos de los rebeldes

Los milicianos dicen que en los próximos días tomarán el control de la ciudad natal de Gadafi tras varias semanas de combates

TRÍPOLI. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El avance de las fuerzas rebeldes en Sirte, la localidad natal de Muamar el Gadafi, continuó ayer con grandes dificultades. Aunque los sublevados han penetrado hasta el centro de la ciudad, un portavoz del Consejo Nacional de Transición (CNT) libio reconoció a la prensa que los soldados afectos al antiguo régimen están oponiendo una resistencia tenaz. Con todo, el nuevo Ejecutivo prevé hacerse con el control total de este bastión en los próximos días.

Los ataques aéreos y de artillería de los días precedentes se tornaron ayer en un cuerpo a cuerpo que tiñó de sangre las calles de Sirte. Un día antes, los bombarderos de la OTAN habían abierto el camino a los milicianos desde la retaguardia, pero continuar la ofensiva en mitad del núcleo urbano habría puesto en peligro la vida de miles de civiles.

Uno de los principales escollos a los que se enfrentan las fuerzas del CNT es la animadversión de la población leal al exdictador -hay numerosos miembros de su tribu-. Esta adhesión ha despertado muchas suspicacias sobre la actuación de los sublevados. Algunos residentes han responsabilizado a las nuevas autoridades del país y a sus aliados occidentales de las muertes y destrucción que han arrasado la localidad tras varias semanas de combates.

La situación humanitaria es de extrema gravedad: a los cortes de luz constantes debe sumarse el desabastecimiento de alimentos y medicinas. Aunque los rebeldes declararon una breve tregua para permitir el éxodo de civiles, no autorizaron la entrada de bienes básicos. «Que busquen a Muamar, pero que no maten a 50.000 personas para cambiar el régimen», denunció a la agencia en Efe un residente. Amnistía Internacional ha pedido insistentemente la apertura de «corredores humanitarios» con el fin de hacer llegar la ayuda a los residentes en la ciudad.

«Gran éxito»

La toma de Sirte tendría una enorme importancia estratégica porque se trata del último foco de resistencia de las fuerzas gadafistas, junto con Bani Walid, y porque el nuevo Gobierno ha anunciado que cuando controle esta localidad iniciará el proceso para celebrar las primeras elecciones democráticas en más de 40 años. También continúan bajo dominio gadafista algunas aldeas fronterizas habitadas por tribus tuareg -de hecho se teme que el coronel pueda estar escondido en un feudo cerca de Túnez-.

En el plano político, el secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen, aseguró que el fin de la operación militar en Libia está «cerca». No obstante, los ministros de Defensa aliados, que se reunirán mañana en Bruselas para tratar el desarrollo de la misión, han acordado que la OTAN estará disponible para apoyar la reforma del sector de seguridad en el país africano «si se le solicita» dada su «experiencia» en éste ámbito.

Los aliados se mostraron de acuerdo en que la operación en Libia ha sido «un gran éxito» porque «ha marcado la diferencia entre la vida y la muerte» para muchos ciudadanos amenazados por el régimen de Gadafi. Sin embargo, Rasmussen rechazó por enésima vez la posibilidad de intervenir en Siria, donde más de 2.000 desertores han muerto desde el estallido en marzo de las revueltas contra el régimen de Bashar el-Asad.