El Gobierno solicita a Paraguay la extradición del Hijo de Satán

En febrero de este año saltaron todas las alarmas. Carlos Javier Rojas, que se dio a conocer como 'el hijo de Satán' entre aquellos que se sumaron a su secta satánica desmantelada en Chiclana, no acudió a un juicio en la Audiencia por un asunto anterior. Con los antecedentes que atesoraba -no era la primera vez que huía- la Audiencia Provincial dictó una orden de búsqueda. Un auto de la Sección Cuarta conocido ayer confirmaba que ya ha sido localizado al otro lado del charco: en Paraguay, el país de origen de su compañera sentimental.

La Interpol ha sido quien ha resuelto este enigma después de recibir varias órdenes de detención contra este isleño con varias causas abiertas. En el auto judicial se confirma que la Policía lo detectó primero en Argentina y después en Paraguay, donde estaría residiendo en estos momentos. Con su paradero resuelto, el Gobierno español ha solicitado a las autoridades paraguayas la extradición del gaditano para que rinda cuentas con la Justicia.

Carlos Javier Rojas se hizo famoso a nivel nacional a partir de la operación de la Guardia Civil que sacó a la luz las prácticas de una secta satánica que llegó a liderar. Se le acusa de haber estafado a los miembros que captaba mediante promesas de hechizos y conjuros que en realidad solo buscaban un fin: hacerse con el patrimonio de las víctimas, según la investigación policial. Tras su arresto, fue enviado a prisión junto a su compañera sentimental en octubre de 2009 y en agosto del año siguiente fue puesto en libertad provisional.

Rostro público

Parecía que no se escondía y aprovechó su regreso a la calle para conceder alguna entrevista, previo pago de algunas de ellas, para defender su inocencia, aunque sin negar que mantenía relación extrasensorial con Belcebú y que era capaz de ejercer como un hechicero: «Venían a que les quitara un mal de ojo -se refiere a las víctimas que supuestamente engañó-, un malestar, o que les consiguiera un empleo o recuperara a una pareja. Ahora mismo me dices que haga un trabajo espiritual y yo lo hago. Pero te digo, primero, que cobro 20.000 euros y te hago el trabajo espiritual bien. Si a los 21 días no haces los rituales y no funciona, ¿a qué vienes a denunciarme?».

Pero antes de convertirse en una suerte de chamán, fue el gerente de un concesionario de coches de lujo (Autos Desi). Una firma que se popularizó rápido porque llegó a ser patrocinador del Cádiz C. F. en la temporada 2006-2007. Pero ese patrocinio salió rana y al club le adeuda aún más de 80.000 euros.

No son los únicos con cuentas pendientes. 21 clientes del concesionario que pagaron por un vehículo de gama alta a un precio módico nunca lo recibieron. Por estos hechos, Carlos Javier Rojas se enfrenta a una petición de cárcel que formula el fiscal de 10 años. Las cantidades más altas que le reclaman sus clientes rondan los 35.000 euros.

En febrero de este año debía comparecer en la Audiencia como acusado en otro asunto, que tiene cierta vinculación con el anterior. Una mujer que acudió a él para adquirir un turismo, terminó denunciándolo por intento de agresión sexual. Según su relato, aprovechó una de las visitas que le hizo al concesionario para forzarla a hacerle una felación. El fiscal pide otros cuatro años de cárcel. De los casos que ya tenían fecha para el juicio, este profesional del engaño se enfrentaba a una pena de 14 años.

Su huida a Paraguay no ha cogido de sorpresa entre los agentes policiales que estuvieron tras su pista en los distintos casos que ha ido acumulando. En 2007, después de haber estafado supuestamente a varios compradores de coches, huyó a Palma de Mallorca donde se hizo pasar por escolta de la Casa Real. Allí estuvo viviendo sin levantar sospechas durante varios meses. Cuando se quedó sin dinero y regresó a Cádiz para tratar de engañar a otros clientes con los encargos de vehículos de lujo, fue apresado por la Policía Nacional. Tan solo dos años antes de que fuera nuevamente detenido por liderar la secta del Hijo de Satán.