CÁDIZ

Griñán esquiva a 200 manifestantes para reivindicar su gestión presidencial

El jefe del Ejecutivo andaluz abre el curso del Ateneo tras eludir la protesta de funcionarios y trabajadores de Delphi y Visteon

Cádiz Actualizado: Guardar
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Antología del contraste. En la puerta de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, casi dos centenares de manifestantes de tres colectivos distintos daban forma, anoche, al ataque de nervios en el que se ha instalado una comunidad ahogada en nuevas noticias deprimentes sobre desempleo. Pocos minutos después, en el salón de actos, el presidente de la comunidad autónoma andaluza reivindicó todos los logros, sobre todo económicos y sociales, del Gobierno que dirige.

Para transmitir su mensaje de reivindicación gestora y autoesttima política, José Antonio Griñán tuvo que entrar por una puerta lateral. Los gritos de los manifestantes complicaban el acceso por la principal. Eran miembros de tres grupos, trabajadores de Visteon, extrabajadores de Delphi e interinos de la función pública. Todos, juntos aunque con lemas distintos, esperaban al líder socialista. Tras la llegada de un dispositivo policial que superaba los 20 agentes y contaba con un grupo antidisturbios especializado, lo más aconsejable fue buscar una vía alternativa.

Eso sí, antes de entrar al salón, Griñán se reunió unos minutos con tres portavoces de los manifestantes, a los que transmitió mensajes de ánimo y, junto al delegado provincial de la Junta, Jiménez Barrios, citó en un encuentro formal en el que volver a tratar sus distintos conflictos.

Este prólogo hizo que aún resaltara más la intervención de Griñán durante la apertura del curso del Ateneo Literario, Cultural y Científico de Cádiz. El presidente de esta institución gaditana le antecedió con una curiosa petición: que impida que el nuevo puente sobre la Bahía lleve el nombre de La Pepa «porque a muchos nos parece peyorativo por folclórico». Le reclamó que promueva su bautismo civil como puente de la Constitución, puente de 1812 o del Bicentenario.

El presidente autonómico fue presentado por el escritor y periodista Juan José Téllez, que alternó críticas, halagos, detalles biográficos y referencias cinéfilas. Entre ellas, le definió como 'El hombre tranquilo' antes que como 'El rostro impenetrable'.

Griñán, pese a lo convulso de su entrada, se mostró partidario del «optimismo de la voluntad» antes que del «pesimismo de la razón». Aunque admitió que la sociedad andaluza «vive momentos tristes y días difíciles», pidió un esfuerzo colectivo «por recuperar el prestigio del futuro».

Durante su análisis del papel de Andalucía en el mapa económico mundial, Griñán afirmó que España, y la comunidad autónoma, «hicieron los deberes» durante toda la etapa previa al estallido de la recesión económica. Reclamó «más Europa» y argumentó que la incertidumbre actual viene definida de que los países asociados se hubieran unido alrededor de «una moneda no de un país».

Defendió que las cuentas públicas andaluzas tuvieran superávit y recordó que, aún hoy, los niveles de déficit y de endeudamiento per capita de los andaluces están muy por debajo de los que sufren otros habitantes de distintas comunidades. Pese a que recalcó que la crisis es una oportunidad para «limpiar la economía de especuladores» porque «le ha quitado el velo a las miserias del capitalismo», aseguró que los andaluces no deben olvidar que vienen de pasar «los mejores años de nuestra vida», en otro guiño cinéfilo. Les animó a conservar lo conquistado, entre lo que destacó todo tipo de coberturas sociales y sanitarias, desde ordenadores en las escuelas a dentistas infantiles, o las políticas de paridad.

En confrontación a los logros de las últimas legislaturas autonómicas, aseguró que otras opciones hablan de privatizaciones y de recortes en educación y sanidad.