EL KAKÁ DEL XEREZ

Mareado de tantos cambios el año pasado, Capi se quejó con letra pequeña el año pasado de no jugar en su sitio. Esta temporada, uno de los ídolos recientes del Beticismo, que ha abrazado la causa xerecista con entusiasmo, incluso ha calentado banquillo. Sin embargo, su tesón y calidad le hicieron brillar en el partido nocturno y lunático ante el Girona del pasado lunes.

Dio vuelo al mediocampo del Xerez junto a Rueda, en una vuelta de tuerca más de Juan Merino al equipo en busca de un once tipo resolutivo y competitivo. Capi tiene fondo de armario, repertorio o distintas melodías con las que interpretar un partido.

Jugando en su lugar, Capi no tiene rival en este Xerez. Es el Kaká del equipo, el compás sobre el que debe girar el ritmo del ataque azulino. Su vuelta y confianza puede convertirlo en el mejor fichaje del plantel, ya que ni Tato ni Íñigo Vélez parecen todavía cogerle la horma al sistema del técnico linense.

Es la cara de la moneda, en la cruz, el misterioso caso José Vega, que tan buenas expectativas generaba a comienzos de temporada. Y por otro lado, resultado aparte, Juan Merino toma aire. Fue suya la apuesta por unos hombres de toque en el titular (Rueda, Bruno, Capi) y parece que ya le quedan menos novatadas por pagar en su debut como primer técnico profesional. Efectivamente, el equipo va de menos a más. Y las sensaciones fueron distintas.

Se ganó al Girona gracias al toque en el primer tiempo y al oficio en el segundo. Ya no solo marca José Mari, ahora también lo hace hasta 'Adrian Brody' (Pablo Redondo), que marcó un golazo ante el cuadro catalán.

Aún así la cuenta anotadora sigue siendo pírrica. Será divertido peinar el mercado de invierno (más allá de Huelva) en busca de delanteros.