El sportinguista Botía poco pudo hacer en el gol del Barcelona, obra de Adriano. :: EFE
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Triunfo mínimo y liderato para el Barça

Un gol de Adriano a los once minutos propició un buen resultado para el equipo azulgrana, que, sin embargo, sufrió la lesión del galo Abidal Los pupilos de Pep derrotan al Sporting y obtienen su primera victoria a domicilio en la Liga

GIJÓN. Actualizado: Guardar
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Primera victoria a domicilio en Liga, récord de Valdés (es el portero del Barça que más minutos ha jugado) y liderato. Triplete de ases para un Barça que a medida que avanza la temporada va cogiendo cuajo. Ni las bajas (Cesc, Afellay, Alexis e Iniesta, a las que hay que añadir la de Abidal) merman al equipo culé, que a pesar de la estrechez del resultado, se deshizo con bastante suficiencia del colista, el Sporting, que no está para tirar cohetes.

El técnico del equipo asturiano, Manolo Preciado, ya lo había avisado en la previa: «No me considero ni un amarrategui, ni un cagón, pero tampoco soy gilipollas». No plantó el autobús del Bate Borisov del miércoles pasado en la 'Champions', pero casi. Y el Barça, acostumbrado a llevar la manija y a que le den el balón, ha adquirido tanta experiencia en el trabajo de abrir defensas, que nunca pierde los nervios a la hora de descorchar una retaguardia cerrada.

«Tenemos que jugar con mucha cabeza y mucho control», reclamó Guardiola a sus hombres. Esa idea se tradujo en una alineación inédita, con tres defensas (Alves, Mascherano y Abidal), una línea de tres centrocampistas (Xavi, Busquets y Thiago) y cuatro arriba: Villa y Adriano en las bandas y Messi y Pedro por libre. La posición de estos dos últimos era en ocasiones tan extraña (durante la primera parte, Pedro bajó en varias ocasiones hasta el banquillo para que Guardiola le aclarase su ubicación exacta) que lo mismo arrancaban desde la segunda línea, como se incrustaban entre los centrales, o caían hasta el medio centro, como a veces hacía Messi para sorprender con pases endiablados buscando la espalda de los defensas.

Sin demasiada precisión

Tan cerrado arrancó el Sporting, que el Barça necesitaba mover a sus hombres de vanguardia. Pero no fue el día de ninguno de ellos. Ni Villa, que llevaba seis partidos seguidos marcando contra su amado Sporting, ni Messi, que lo intentó driblando, de falta, cayendo a la banda, por el centro, de todas las formas y colores y no tuvo suerte. Así que ante la falta de acierto, los azulgrana se limitaron a avanzar sus líneas, tocar, presionar y mover, a la espera de que aparecieran los huecos. No llegaron, porque el Sporting tiró el fuera de juego a la perfección. Pero un disparo lejano de Xavi rebotó en el palo y el rechace lo agarró Adriano para anotar y cerrar el partido. Era el arranque de la primera parte, pero a los azulgrana, que adolecieron de una pizca de precisión, ya no les hizo falta más. Ni siquiera en la segunda mitad, en la que el Sporting se estiró algo más e introdujo una pizca de agresividad.

El Barça se veía incapaz de cerrar el partido, pero por lo menos no quería cometer los despistes de Anoeta o el Camp Nou ante el Milan. Fútbol control y tres puntos en uno de esos campos donde los entrenadores dicen que se ganan y se pierden los campeonatos. El único pero azulgrana fue la lesión de Abidal. En Can Barça empiezan a estar con la mosca detrás de la oreja por los problemas físicos.