El Cádiz B no es capaz de sumar tres puntos. :: ANTONIO VÁZQUEZ
FÚTBOL | tercera división

El Cádiz B suma un punto a la heroica que no sirve para solucionar los problemas

El filial gaditano remonta un 0-2 con una buena media hora de fútbol pero acusa su falta de competitividad ante un ordenado Alcalá

Puerto Real Actualizado: Guardar
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El Cádiz B sumó un punto ante el Alcalá que le debe saber a gloria, después de ver cómo se le llegó a poner el partido, pero que no esconde las múltiples debilidades del equipo y que tampoco arregla absolutamente nada en la clasificación. Sigue sin ganar el conjunto de Juanma Carrillo, que se equivocó en su planteamiento de la primera parte porque su equipo, con el viento en contra, abusó del juego directo, lo que agradeció enormemente el cuadro sevillano. Entre los dos, convirtieron la contienda en una tómbola de feria.

Sin fútbol sobre el tapete, parecía que la balanza solo podría desequilibrarse en caso de que alguno de los dos cometiese un fallo. Y, cómo no, le tocó la china al Cádiz B, que una vez más demostró que a su defensa es más fácil buscarle las vueltas que quitarle la piruleta a un chiquillo. Akrón estuvo demasiado torpe al devolverle la pelota de cabeza a Cobaleda, que falló en el control y le puso la merienda en bandeja a Sergio Berro, muy listo al entrar a la presión y echarse al suelo para provocar un penalti, que si bien fue excesivamente riguroso, la realidad es que dejó a los de Carrillo con uno menos, porque el portero se fue a la calle, y con un gol en contra cuando todavía quedaba un mundo.

A pesar de todo, el guión no varió demasiado en este primer acto, aunque la situación permitió que los de José Antonio Asián vivieran muy cómodos hasta el descanso. Después, al Cádiz B empezó a vérsele otro brío. El equipo ganó con la salida al campo de Wilson Cuero, que si bien le dio mucho empaque a los suyos, debe aprender a trabajar un poco más para el equipo sin que el entrenador lo tenga que andar arreando en cada jugada.

Pese a todo, al Alcalá le quedaba todavía un poco de gasolina, que aprovechó para irse arriba y encontrar el segundo. Berro recibió en la frontal pero estaba tapado, aunque vio muy bien a Lechuga, que entraba libre de marcaje por la izquierda y que no perdonó ante Juanfer. Jarro de agua fría para los amarillos, que no obstante, no desfallecieron. El filial dio un poco más de media hora de fútbol, que bastó para darse cuenta de que tiene argumentos para hacer buenos partidos, aunque le cueste la misma vida ser competitivo. Tras una buena combinación, Gordo acortó distancias con su remate dentro del área y los amarillos se vinieron arriba.

Con algún que otro intercambio de golpes de por medio, el pulso del partido lo manejaban los de casa, máxime cuando el colegiado igualó fuerzas al mostrar a Velázquez la roja por una entrada muy fea. Pero poco duró la alegría en la casa del pobre. Unos minutos después, un claro plantillazo de Vera a Sergio lo castiga el árbitro con falta para el Alcalá y amarilla al cadista, que había sido el agredido. Una muestra de que la falta de carácter del filial provoca que no lo tomen en serio: Tiri fue a recriminar su error al colegiado (como capitán que es, era su obligación) y éste no tuvo reparos en mostrarle una amarilla, que era la segunda y dejaba al equipo con nueve futbolistas.

Ni por esas se apaciguó el empuje del Cádiz B, herido en su amor propio, que a base de correr más que su rival consiguió igualar el marcador. Fue obra de Cuero, que aprovechó un buen pase de Gordo y no falló ante Isaac.

El Alcalá veía que se le quemaba el cocido y, aunque tarde, supo reaccionar. Se fue arriba y dispuso de varias ocasiones para hacer el tercero, pero al filial se le apareció la Virgen. Hasta tres palos dieron los de Asián, que después de todo, a los puntos merecieron haberse llevado mayor premio de su visita al Rosal.