La provincia recupera a su joven 'estrella'

Cádiz contará desde mediados del próximo mes de octubre con dos cocineros con una estrella Michelín cocinando en la Bahía de Cádiz lo que supone otro impulso importante para un sector claramente en alza. A Angel León, el cocinero y propietario de Aponiente, en El Puerto, se une ahora Mauro Martínez Barreiro, el joven cocinero nacido en la ciudad de Cádiz y que ahora ha decidido volver a su tierra para emprender aventura en solitario.

La idea es abrir a mediados de octubre un bar de tapas en Puerto Real cuyas obras están ya muy avanzadas y que espera inaugurar para mediados del mes de octubre. El nuevo local, que se llamará Real 210 gastro, estará situado precisamente en esta calle que cruza toda la población. En concreto se situará en la esquina con la calle Amargura.

Martínez logró el pasado año su primera estrella Michelín en solitario a cargo de la cocina del restaurante Skina de Marbella. Ya el año antes la había logrado formando pareja al frente de los fogones de este establecimiento con Daniel Rosado.

Ahora el cocinero gaditano ha decidido volver a su tierra natal. El culpable, en el buen sentido de la palabra, es un niño o una niña, aún no se sabe, que está en su quinto mes de gestación y que es el tercero de la familia. El cocinero señala que «somos ya muchos y necesitabamos estar arropados por la familia así que hemos decidido venirmos para acá. Además, me hace muchísima ilusión volver a mi tierra y cocinar aquí».

Mauro Martínez señala también que «me da cierta lástima abandonar el proyecto del restaurante Skina, pero Marcos Granda (el propietario) ha sido muy comprensivo con mi decisión y me ha apoyado». En Skina le sustituirá el que ha sido su segundo hasta ahora, el japonés Hideaki Yoshioka.

El nuevo proyecto de Mauro Martínez, que ya tuvo el restaurante Balea en Cádiz, es «de tapas», porque es «lo que está triunfando en el momento y es la cocina que me apetece hacer». Será una cosa muy asequible, los platos estarán entre los «dos y los tres euros» y será una cocina innovadora pero también muy anclada en la tierra con platos sencillos y productos de la tierra de calidad. El proyecto será eminentemente familiar también. Mauro Martínez, que ha cumplido ya 29 años, estará al frente de la cocina mientras que su esposa Noelia Rojas, de 23, se hará cargo del servicio en la sala, atendiendo a los clientes.

Real 210 ocupa unos 140 metros cuadrados con un salón y una terraza. Ha escogido este sitio porque es un local que le han cedido sus padres y que está acondicionando él mismo junto a su familia. Ya están dando los últimos retoques. Habrá una barra y una amplia zona de mesas altas y bajas para tapear, además de una terraza. Lo primero que llama la atención es que la cocina, completamente acristalada, estará a la vista del público. El establecimiento trabajará durante toda la jornada, es decir, desde el desayuno hasta las cenas, incluidos almuerzos y meriendas. Aprovechará así el hecho de estar situado junto a un pequeño parque infantil muy concurrido.

Martínez resalta que el local está muy bien comunicado y tiene fácil aparcamiento. «Ofreceremos desayunos normales y el cliente tendrá a su disposición un surtido de chacinas, mantecas y aceites para acompañar». Para las meriendas traerán tartas y postres de la confitería La Belle de Cadix con la que Martínez ha estado trabajando para diseñar de forma conjunta los postres que ofrecerá el establecimiento: «Estoy muy contento con su trabajo y han sabido traducir muy bien las ideas que yo tenía», señala el cocinero.

Juegos culinarios

El resto de las elaboraciones estarán a cargo del chef, que se ha hecho muy popular por su cocina desenfadada en la que propone al cliente continuos juegos de cosas que no son lo que parecen. La estrella de la casa será una lista de 14 tapas que tendrá a diario y que irán cambiando constantemente: «Ningún día será igual», resalta Mauro. «Me gusta variar la oferta en función de lo que encuentro en el merado».

En la carta de su nuevo gastro bar habrá algunos platos de los que triunfaron en su día en Balea, además de platos del gaditano para Skina, aunque la mayor parte de la carta serán nuevas creaciones.