Dos caballistas pasearon por el Recinto Ferial dando un color especial a la Feria. :: A. ROMERO
Sierra

El Real de la Feria de Arcos se queda pequeño durante la noche del sábado

La celebración pide a gritos un nuevo recinto en una velada en la que miles de visitantes llenaron cada rincón de la localidad serrana

ARCOS. Actualizado: Guardar
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Un lleno absoluto. La Feria de Arcos presentó anoche un magnífico ambiente, pese al viento que azotaba la zona, y cientos de jóvenes de la provincia decidieron desplazarse a esta localidad para pasar una noche de fiesta. La gran afluencia de público volvió a poner de manifiesto la necesidad que tiene la localidad de un nuevo Recinto Ferial, sobre todo en un año en que las obras de la ladera de la Verbena han hecho que se pierda casi un cuarto del espacio de la celebración y han obligado a la reordenación de la Feria.

El gran ambiente comenzó a darse pasadas las diez de la noche, aunque la zona del botellón fue la más concurrida durante las primeras horas. Durante el día el ambiente fue otro y el Real estuvo prácticamente vacío hasta las seis de la tarde e incluso se pudieron ver pocos caballos haciendo el tradicional paseo. Hoy se espera que sea una jornada en el que la Feria de día tome mayor fuerza y también se espera un gran ambiente familiar, aunque con menos visitantes de fuera, hasta que a las doce de la noche se celebre el espectáculo de fuegos artificiales.

Los fuegos tienen una gran tradición en Arcos pero este año la situación económica del Ayuntamiento ha estado a punto de obligar a que no se celebraran. Finalmente los caseteros han decidido aportar dinero para hacer posible este final de la Feria y garantizarse un buen ambiente hasta el final.