UN NUEVO CÁDIZ CF
Actualizado: GuardarEl Cádiz ha perdido al último jugador con carisma de su plantilla con la jubilación anticipada de Raúl López. El último símbolo de un club que hace algunos años estaba en Primera y -previo paso por el purgatorio de Segunda A- ha vuelto al pozo en el que ha militado en 11 de las últimas 17 temporadas. Con el jerezano también se ha puesto el punto y final a un ciclo en el que Muñoz tenía la suficiente autonomía empresarial para decidir qué rumbo tomar aunque éste resultara el equivocado la mayoría de las veces. Ahora, la entidad se ha convertido en un galimatías porque el concurso de acreedores así lo anunciaba.
Ahogado él y el Cádiz en sus propias miserias, Antonio Muñoz tuvo que llamar a la puerta de Quique Pina como última solución para evitar su desaparición después de cien años de vida. Del Cádiz de los gaditanos hemos pasado al que sirve de escaparate para un catálogo de futbolistas de todas las nacionalidades y condición que la familia Pina quiere ir recolocando con el paso de los meses para ir haciendo caja. El asunto es básicamente económico aunque tiene una lectura positiva porque, si Jose González sabe sacarle partido al presunto arsenal que el empresario murciano ha puesto en sus manos, el equipo bien podría tener una temporada bastante plácida hasta que llegue el momento de la verdad en la fase de ascenso. Hasta entonces, Muñoz tendrá tiempo de recuperarse de todos los embolados en los que se ha ido metiendo por autoproclamarse el más grande cadista sobre la faz de la tierra y -a renglón seguido- estar a punto de mandarlo todo al garete. También la próxima primavera será el momento en el que Quique Pina haya sacado conclusiones sobre la rentabilidad que la marca Cádiz CF supone para sus bolsillos. Si la Segunda A y los billetes rondan el Carranza, habrá negocio y -por lo tanto- un futuro menos incierto y (quién sabe) sin Muñoz.