TRES MIL AÑOS Y UN DÍA

EL CANTÓN DE GONZÁLEZ CABAÑA

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Sus detractores no se lo explican pero Francisco González Cabaña, secretario general del PSOE de Cádiz, es como la cerveza San Miguel. Donde va, triunfa. Ahora, la dirección federal socialista ha dado vía libre a la candidatura al Congreso y al Senado que él cocinó a escala provincial y que contó con el bloqueo inicial de la ejecutiva regional de su partido. No es la primera vez que el ex presidente de la Diputación gana una refriega interna. Lleva haciéndolo media vida. Desde que se salió de Cádiz para forjar la independencia municipal de Benalup-Casas Viejas respecto a Medina Sidonia hasta que dejó plantado al presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, tras el último congreso regional del PSOE de Andalucía, durante aquella larga noche de donde dije diego digo digo. Fue entonces cuando le brindaron la posibilidad de sumarse a la dirección andaluza del partido a cambio de abandonar la alcaldía y la presidencia de la Corporación Provincial. No quiso y se atrincheró en el cantón gaditano.

Desde aquel Congreso de los socialistas andaluces cuyas heridas se cerraron en falso, persiste el imaginario de dos partidos distintos y uno solo verdadero. Ambos quizá se vean las caras de nuevo este miércoles en Empresariales durante la inauguración del curso del Ateneo Gaditano por parte del presidente Griñán. A un PSOE lo representa el actual inquilino de San Telmo y otro se acantona en el aparato del socialismo gaditano. Los críticos son cada vez más críticos. Y más jóvenes, con lo que el tiempo inexorable juega a su favor.

En la última escaramuza, González Cabaña se ha llevado el gato al agua por muchas razones. Estatutariamente, el PSOE de Andalucía tenía poco que objetar, a pesar de que en muchas agrupaciones gaditanas la oposición a la ejecutiva provincial ha ido creciendo exponencialmente desde el proceso de elaboración de las candidaturas municipales. El albur de que ningún alcalde pudiera engrosar las listas al Congreso era una reclamación del candidato a la presidencia del Gobierno y ello auspició que la dirección andaluza congelara esta misma semana el visto bueno a la lista de Cádiz. Ferraz, finalmente se disfrazó de Salomón y dio el vale, siempre y cuando González Cabaña renuncie a la alcaldía antes de llevar su candidatura ante la Junta Electoral Provincial. El líder de la segregación de la vieja aldea de Seisdedos ha asegurado que dejará dicho cargo a tiempo, entre el 10 y el 15 de octubre, pero, eso sí, asumirá la primera tenencia de la futura alcaldesa Amalia Romero, actual concejal de Hacienda y antigua secretaria suya. También ha asegurado que abandonará el cargo de portavoz de Diputación y probablemente tenga que hacer otro tanto con su vocalía en el Consejo de Administración de Unicaja o renunciar a las percepciones derivadas de dicha responsabilidad. Claro que había quien tenía temores fundados de que fuera a simultanear todos esos cometidos. O esperar, en cualquier caso, a obtener su acta de diputado para dejarlos. Muy mal se le tiene que dar al socialismo gaditano si no obtuviera ni siquiera tres escaños por esta circunscripción. Esa sería entonces la única posibilidad de que González Cabaña terminara en el paro institucional. Va tercero, después de Manuel Chaves y de la jerezana Mamen Sánchez, tras pegarle un empellón histórico a Salvador de la Encina, lo que de confirmar las aciagas expectativas electorales, es posible que deje al Campo de Gibraltar sin representación socialista en la Carrera de San Jerónimo. Claro que González Cabaña quizá pudiera asumir también esta función, recordando los tiempos en que estuvo como interino dando clases en un instituto de Tarifa, una localidad que por cierto ha abandonado a la mancomunidad campogibraltareña para abrazar a la de la Janda.

Si ha existido un pulso entre el PSOE de Cádiz y el regional, era prácticamente imposible que, en este caso, no lo ganase Cabaña. La lista provincial la encabeza Chaves, presidente del partido a más de vicepresidente del último gabinete de ZP. ¿Y quienes han sido los valedores gaditanos de Rubalcaba en su única legislatura como diputado por Cádiz? González Cabaña y Cía.

Por una razón o por otra, hacen bien las partes contratantes en aparcar sus hostilidades hasta que se resuelvan todos los comicios pendientes. De momento, González Cabaña ha ganado esta batalla pero los socialistas pueden perder todas sus guerras pendientes, como no refuercen la cohesión del destacamento. Los críticos, sin embargo, siguen ahí. Y no van a lograr aburrirles, como ya ha avisado José Luis Blanco. Las denuncias expresas en el manifiesto que firmaron muchos de ellos, entre quienes figuran Fernando López Gil, portavoz socialista en San Fernando, o los ex alcaldes Antonio Jesús Verdú y Manuel García, no dejan lugar a muchas dudas sobre la existencia de un profundo malestar en numerosas casas del pueblo. Así que es probable que alguna vez González Cabaña deje de ser como la San Miguel. Pero todavía no sabemos cuándo.