Puentes por la tolerancia
La doctora libanesa Maha El-Khalil Chalabi habla de diálogo entre culturas en una conferencia en Reina Sofía
CÁDIZ. Actualizado: GuardarLa secretaria de la Fundación Tiro, la doctora Maha El-Khalil Chalabi, se encuentra de visita en Cádiz como preámbulo al cuarto Foro de la Liga de Ciudades Cananeas, Fenicias y Púnicas, que se celebrará en la capital en 2012. Con el mismo objetivo que este, la necesidad de tender puentes a lo largo del Mediterráneo para luchar contra la intolerancia, se celebró ayer la ponencia de la doctora libanesa, titulada 'Diálogo y tolerancia en el mare nostrum desde la antigüedad a hoy'.
El Centro Cultural Reina Sofía acogió el acto ayer por la tarde, con la presencia de la alcaldesa de la ciudad, Teófila Martínez, así como de otras autoridades municipales.
Natual de Tiro, al sur de Líbano, Maha El-khalil es firme defensora del patrimonio cultura y artístico de su tierra, una antigua ciudad por la que han pasado ocho civilizaciones distintas. Cuna de comercio marítimo, del alfabeto, las primeras formas democráticas y creador del cristal violeta -objeto de curiosidad por parte de los miles de viajeros que se acercan a Oriente-, Tiro ha recibido la distinción que se merece gracias al Departamento de Antigüedades del Líbano.
A lo largo de casi dos décadas, la doctora ha sido embajadora de su tierra, dando a conocer sus virtudes e importancia histórica por todo el mundo. Licenciada en Ciencias Sociales y Políticas, Chalabi fue fundadora de un centro de salud en Tiro a finales de los años cincuenta y desde entonces su afán se ha centrado en proteger la maternidad y la infancia. También constituyó la Asociación de mujeres del sur del Líbano en 1969 y el Festival Internacional de Tiro en 1972. No obstante, la guerra hizo que tres años después tuviera que suspenderse el certamen.
Dispuesta a proteger los restos arqueológicos, apeló con éxito en numerosas ocasiones a la UNESCO, la ONU y la Liga Árabe.
El amor por sus raíces se hizo ayer visible a través de sus palabras, que acercaron una vez más a Tiro y Cádiz, dos ciudades milenarias y grandes centros de civilización, al nivel de urbes como Cartago, Venecia o la Abu Simbel egipcia.