El revés de 2008 por un barco frustrado

La situación de la planta de Dragados Offshore en Cádiz dista mucho de la vivida en 2008. Atrás ha quedado el bache que sufrió la empresa con su entrada en la industria naval. La compañía noruega MPF Corp. encargó un proyecto faraónico para la construcción de la plataforma petrolífera más grande del mundo. Se trataba de un buque, el MPF01, capaz de perforar el subsuelo marino en busca de crudo para su extracción y almacenamiento. Era una plataforma flotante. El buque estaba preparado para procesar y almacenar petróleo. Este proyecto suponía una inversión de 590 millones de euros y obligó a Dragados a realizar una obra especial en su dique de La Cabezuela para albergar parte de la construcción de esta gigantesca plataforma. La empresa amplió el muelle hasta los 300 metros con doce de calado. Sin embargo, el proyecto se fue a pique ante la imposibilidad de la empresa noruega de financiar la inversión. Este revés dejó un agujero en Dragados y supuso un jarro de agua fría para el millar de empleos que se esperaba con esta obra. No fue hasta finales de 2009 cuando empezó a levantar cabeza.