Chiclana

Sin margen de maniobra

El revés de la bajada de sueldos del último Pleno revela la debilidad del equipo de Marín para gobernar en minoría

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Que todo gobierno en minoría es inestable era algo que todos sabían. Igual que todos los chiclaneros sabían que la oposición de IU, PSOE y PVRE no tardaría en aliarse para frenar en seco algunas de las propuestas y proyectos del gobierno de Ernesto Marín al frente del PP.

Lo vivido en el último Pleno ordinario el pasado jueves así lo demuestra. La baja de sueldos 'obligada' por los votos al unísono de la oposición deja en un lugar poco deseable al equipo de gobierno municipal. El propio regidor chiclanero ya lo advertía hace unas semanas.

«Plantear proyectos que requieran del consenso de los cuatro partidos sería una tontería», auguró. Y es que o todos caminan juntos o la noria de esta legislatura no anda. Esta situación de debilidad (10 concejales frente a 15), deja al PP a la deriva en los grandes temas de la ciudad.

Aunque Ernesto Marín se muestra convencido de poder sacar adelante algunos de sus caballos de batalla como son los próximos presupuestos municipales, pactando puntualmente los apoyos con IU o PVRE fundamentalmente, lo cierto es que eso no parece sencillo.

Las combinaciones que se producen son muchas y muy variadas. De repente los dos ediles del Partido Vecinal se abstienen y permiten al PP aprobar una polémica ordenanza estética para la hostelería. A los treinta minutos, en el mismo Pleno, el PSOE cambia su sentido del voto y avala la propuesta de IU para que el gobierno se rebaje los sueldos un 20%. La gestión local pende de un hilo. Hay que tener mano izquierda. Las reuniones de pasillo y acuerdos bilaterales son esenciales.

En la resaca de la sesión plenaria, el Grupo Municipal Socialista criticó ayer la «pasividad» del gobierno local. En IU se sienten vencedores morales de una sesión ordinaria de más de seis horas de duración, en las que se mantuvieron en terreno neutral en muchos de los puntos clave. Mientras, desde el PVRE se sigue haciendo la guerra por su cuenta.

Eso sí, al final resulta que las decisiones adoptadas por la Corporación sirven para desbloquear o mover temas que parecían atascados, y que parecen de lógica. Es el caso del cuartel de Loma, o del traslado al edificio de la Plaza Mayor de la Escuela Oficial de Idiomas. Ambas, junto con la petición de la convocatoria de la Mesa por Sancti Petri, salieron adelante con el voto favorable de los tres grupos de la oposición y el voto en contra del equipo de gobierno popular.

Al final va a ser verdad eso de la democracia, y de que una ciudad no se gobierna en función de las ideologías o las siglas.